GRUPO G | FERENCVAROS - BARCELONA
Uzuni, el niño que lavaba platos y quería ser como Cristiano
"Le debo todo a mi familia, que regresó a Albania para que pudiera jugar a fútbol. Nunca renuncié a mi sueño", comenta el albanés a AS.
Cuando apenas tenía diez años, su familia decidió salir del Distrito de Berat de Albania rumbo a Grecia. Solo había dos caminos. O cruzar por las montañas, un trayecto de tres días y tres noches con su hermano de solo tres años a lomos; o pagar 8.000 euros para hacer un viaje ilegal, pero seguro. Sus padres optaron por la segunda opción y Myrto Uzuni, delantero del Ferencvaros, se asentó en Grecia.
"Fuimos para tener una vida mejor. Mi padre trabajaba reformando carreteras mientras que mi madre lavaba platos en un restaurante. Yo tuve también que trabajar. Le ayudaba. Echaba 12 horas y jugaba a fútbol, aunque me tuviera que levantar a las 6:00. Nunca detuve mi sueño", comentó a AS desde su casa de Budapest, en la que ahora vive con su familia. "Solamente iba al colegio en invierno", explica, hasta que, poco a poco, se percató de que tenía cualidades. "Intenté hacer una prueba en el Olympiakos para que vieran mi talento, pero no tenía los documentos en regla. En ese momento fue cuando mi padre dijo que lo mejor era volver a Albania para que pudiera jugar en un equipo de fútbol. Se sacrificaron por mí", añade.
Y así volvieron a asentarse junto a las montañas de Tomori para jugar en el equipo del pueblo. Uzuni tenía 16 años y no tardó en destacar. "Me vio un entrenador y me llevó a su club, el Apollonia. En el primer amistoso marqué dos goles. Y a los seis meses ya me querían todos los clubes", relata. Su formación fue totalmente autodidacta, sin ayudas, pues de pequeño no tuvo la oportunidad de estar en ninguna academia.
"Cristiano Ronaldo es mi referente, conozco su historia, leía todo de él. Fue mi motivación. En Albania no hay muchas academias. Ese era el problema. Además tenía que pagar 12 euros al mes parar ir a los entrenamientos y cinco para que el minibus me llevara a los partidos. No tenía dinero y no paraba de llorar en casa. Pagué dos meses y tenía que pedirle a mis amigos", se sincera ahora como jugador de Champions.
Después del Apollonia vivió grandes experiencias en el KF Laçi albanés, como cuando anotó el 1-0 en el último minuto ante el Anortosis que le dio el pase a la segunda ronda de la Europa League o la eliminatoria ante el Molde, en la que conoció a Solskjaer. "Era el entrenador del Molde. Me dijo que había jugado bien y que podía estar en cualquier equipo si me lo proponía". Esa actuación lo llevó al Lokomotiv de Zagreb ("a la semana ya me dijeron que me querían") y, tras dos años, al Ferencvaros, aunque "Espanyol y Mallorca contactaron conmigo en marzo, pero todo se truncó con la pandemia".
Uzuni, que se encontró con su ídolo Cristiano en Turín cuando el Ferencvaros cayó 2-1 con gol del albanés hace apenas una semana, comentó que ese momento "fue un sueño, como el que viví tras el partido cuando Morata me felicitó por cómo había jugado". Pese a esos elogios, y a sus 25 años, Uzuni tiene los pies en el suelo. "Paso a paso, no quiero cometer errores. Solo quiero marcar goles y dar asistencias. Para mí eso es ahora lo importante, y ganar partidos y jugar la Champions. Mis sueños son grandes, pero prefiero no decirlos".