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MUERE MARADONA

Maradona fue actor por un día

Aún era futbolista del Barcelona, de hecho acababa de jugar el que sería su último partido como culé, cuando compartió tablas con los jugadores del Espanyol, eterno rival.

Maradona, como actor por un día con los jugadores del Espanyol
YoutubeRCDE

Llora el mundo del fútbol a Diego Armando Maradona, futbolista universal e icono irrepetible. Pero lo que no todo el mundo sabe es que el ‘Pelusa’, más allá de protagonizar partidos de fútbol, programas de televisión de toda índole, noticieros e incluso multitud de documentales, también fue actor por un día. Concretamente, durante dos minutos. Los que duró su interpretación del personaje Ali Fafez en la obra de teatro ‘La venganza de don Mendo’.

El teatro Martínez Soria de la barcelonesa avenida del Paralelo acogió el 14 de mayo de 1984 una función que tuvo un trasfondo completamente benéfico y que sobre el escenario no contó con actores profesionales, sino con futbolistas. Pero no del Barcelona, en el que todavía estaba militando Maradona, sino en el de su eterno rival ciudadano: el Espanyol. Fueron los jugadores pericos Orlando Giménez y Fernando Molinos quienes le reclutaron. El entrenador de aquel equipo, Xabier Azkargorta, lo rememoraba así este miércoles en las redes sociales: “No dudó en colaborar para ayudar a los niños de San Juan de Dios. Gran tipo”.

Molinos, que era capitán del Espanyol aquella temporada 1983-84, había ideado medio año una fórmula original para que todos los jugadores y el cuerpo técnico hicieran piña: representar una obra de teatro que, además, tendría fines solidarios. La propuesta sentó de fábula en aquel equipo, germen del ‘Yo, cantera’ y del que alcanzaría la final de la Copa UEFA en 1988, un año antes de que Maradona la conquistara con su Napoli. Pero faltaba escoger un título.

En eso no tuvo problemas Molinos, que consultó a su padre, que había sido el primer entrenador en la historia del Numancia. No vaciló don Antonio, que le sugirió ‘La venganza de don Mendo’, una obra cómica de principios del siglo XX escrita por Pedro Muñoz Seca. Solo quedaba comenzar a ensayar. ¿Solo? “Es lo más difícil que he hecho en mi vida”, convendría Molinos años más tarde

Durante meses, y a razón de dos veces por semana, la plantilla perica se juntó en la escuela San Juan Bosco de Barcelona. Y, cuando los horarios de los entrenamientos no lo permitían, se reunían en la sala de juntas de Sarrià. Incluso en las concentraciones seguían memorizando y dando rienda suelta a la obra, hasta el punto de que se llamaban por los nombres de sus personajes.

El cartel de la obra, con todos sus intérpretes.
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El cartel de la obra, con todos sus intérpretes.

Televisada en horario de máxima audiencia

También reservaron algunos papeles para las parejas de los futbolistas que se atrevieran a participar. Porque había que echarle valor, ya que por muy ‘amateur’ que fuera la experiencia, iba a ser emitida en directo por TV3, la televisión pública catalana. A las 22:30 del 14 de mayo de 1984. Es decir, en horario de máxima audiencia.

Pero, por si todo esto no fuera suficiente aliciente, a los jugadores del Espanyol se les ocurrió un gancho insuperable: darle un papel a Maradona. A la estrella mundial y, no lo olvidemos, del eterno rival, el Barcelona. Lejos de convertirse en un imposible, y dada la vertiente solidaria de la obra (otras fuentes apuntan a que también guardaba relación con la productora que montó la emisión televisiva), el ‘Pelusa’ aceptó.

Maradona tuvo un papel breve, de apenas dos minutos en escena. Pero Ali Fafez, que así se llamaba el personaje que le tocó interpretar, un árabe cascarrabias que odiaba el cristianismo y se enamoraba de una bailarina llamada Azofaifa, despertó las risas del auditorio.

Maradona, en plena actuación.
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Maradona, en plena actuación.YoutubeRCDE

De Jordi Pujol al nieto del autor

Y eso que el público a priori no era fácil. En platea observaba uno de los nietos del propio autor, Muñoz Seca. Y también el entonces president de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, junto a su esposa, Marta Ferrusola. Entre 2.000 y 3.000 pesetas se pagaron por butaca en un Teatro Martínez Soria (antes Talía) del Paralelo barcelonés que se llenó a rebosar.

Tremendo fue el éxito de Molinos, Azkargorta, N’Kono, Mauri, Job, Orejuela, Zúñiga, Orlando Giménez, ‘Tintín’ Márquez, Palanca, el portero Miquel Durán como don Mendo, el doctor Oliveras o el jefe de prensa, Segura Palomares, actores por un día, quienes junto a Maradona recaudaron tres millones de pesetas (unos 18.000 euros) para los niños del Hospital Sant Joan de Déu.

Dada la repercusión del singular evento, se especuló con la posibilidad de hacer una gira por teatros catalanes, que nunca llegó a buen puerto. Como tampoco volvería Maradona, que nueve días antes había participado en la violenta ‘batalla del Bernabéu’, en la final de la Copa del Rey Barcelona-Athletic, el que acabaría siendo su último partido como azulgrana antes de partir hacia Nápoles. Es decir, que su último servicio en la Ciudad Condal sería el de Ali-Fafez.

El día en que el ‘Pelusa’ fue actor. Entre ese pasaje y su participación en Sarrià en el grupo de la muerte del Mundial-82, con Argentina, Italia y Brasil, sus lazos con el Espanyol acabaron siendo algo más que anecdóticos.