El Mirandés hurga en la herida de una decadente Las Palmas
Aythami, en propia puerta, abrió un marcador que coronó Jirka en el segundo tiempo. Los de Pepe Mel, una victoria en siete partidos. Continúa la escalada rojilla.
Sufre un mal endémico Las Palmas esta temporada, al menos en su primer tercio recién consumido, 14 de 42 de jornadas tachadas ya de este feroz calendario: con poco, cualquier equipo es capaz de hacerle mucho daño. El sólido Mirandés, excelente equipo de autor por obra y gracia de José Alberto López no iba a ser menos. Con las ideas claras y un excelso planteamiento de partido, no existe nada que objetar a su más que justa victoria en Gran Canaria.
Es cierto que la UD empezó llevando la iniciativa, mas no creaba ningún peligro, en cualquier defendiendo el Mirandés con suma comodidad. Sin embargo, la primera ocasión clara llegó del lado rojillo cuando Víctor, en el minuto seis, le sacó casi de la nada un córner a Dani Castellano que se tradujo en mano salvadora de Valles cuando el cuero iba camino de la cabeza a Jackson.
Cansino ritmo el suyo, acaso Ruiz intentando romper líneas y Rober, buen rendimiento como ariete en el primer acto, encarando cuando podía, la primera aproximación seria de Las Palmas llegó en el minuto 11 cuando Kirian, de nuevo titular, se durmió dentro del área rojilla tras un gran pase de un activo Benito. Parecía que cogía tino la formación grancanaria, y solo una estupenda parada de Raúl tras un remate de espaldas de Rober privó al extremo Sevillano de hacer el 1-0 cuando apenas se había cumplido un cuarto de hora de partido.
Y de repente llegó un nuevo regalo insular, acaso adelantándose a la Navidad. Como si no hubiera aprendido de sus errores, tal vez arriesgando demasiado cuando no había razón para ello, Valles calcó el despeje que le costó un golazo en Sabadell para que la pelota acabara en la bota derecha de Víctor Gómez, cuyo centro al corazón del área amarilla lo acabó despejando Aythami dentro de su portería. Y es que el Mirandés, con muy poco, también sacaba tajada de una deprimida Unión Deportiva Las Palmas.
Aturdida, la formación local quedó totalmente a merced del Mirandés, que no tenía ningún problema en conservar su ventaja. La UD pareció dar un paso adelante pero no tuvo más remedio que marcharse al descanso perdiendo por la mínima y con mil dudas revoloteando sobre su ajetreada cabeza.
El palo de agua que cayó durante el segundo tiempo poco ayudó al espectáculo, mucho menos en un césped que es “un puto desastre”, como lo definía el propio Pepe Mel hace unas semanas. Ante este panorama, el escenario podría pasar por el ideal para el Mirandés, que tampoco es que antes hubiera tenido demasiados problemas para conservar el 0-1. Incluso, a los cinco minutos de iniciarse el segundo tiempo no hizo el 0-2 de milagro cuando Jackson, solo delante de Valles, disparó al muñeco.
Obligada a arriesgar, dejaba Las Palmas mucho espacio en defensa, circunstancia que tampoco aprovechaba el Mirandés, y sus pocas opciones de empatar, de tan impreciso cómo estaba siendo su juego de ataque, podrían pasar por el balón parado. Así lo entendió Benito, que puso la pelota en el corazón del área solo para que Aythami o Ruiz, que se retiró lesionado, la empujaran hacia la red de Lizoain, pero ambos llegaron tarde.
Sin pasión es imposible remontar, y tampoco es que se observara mucha en la Unión Deportiva, en todo momento enredada en la tela de araña que le tejió, sin hacer aspavientos, un sólido Mirandés, que tampoco necesita hacer ruido para asestar los golpes más certeros y dolorosos. Así llegó la sentencia del partido, cuando una pérdida de Kirian acabó en un estupendo pase en profundidad de Javi Muñoz a Jirka, que le ganó demasiado fácil la espalda a un despistado para batir a Valles y hacer el 0-2, marcador que hacía justicia.
Hasta el final, Las Palmas fue un auténtico quiero y no puedo. De hecho, en 90 minutos nunca pudo hincarle el diente a un hueso tan duro de roer como pasa por ser el Mirandés, al que solo la parecía de Valles ante la vaselina de Javi Muñoz, imperial partido el suyo, negó el 0-3. La formación de Pepe Mel continúa en profunda depresión, una herida que cada día emana más sangre, solo una victoria en los últimos siete partidos, aquel pírrico 1-0, y gracias a Ortolá, contra el Tenerife. Mientras, los muchachos de José Alberto López vuelven a casa pisándole los talones a los puestos de playoff. Soñar, con tantos argumentos, está más que permitido en Miranda de Ebro.
Pepe Mel: "Nos han penalizado los errores nuestros"
El técnico madrileño se mostró contrariado con el resultado ante el Mirandés y consideró que "a los futbolistas no se les puede decir nada en lo que respecta a la actitud".
La UD Las Palmas cosecha una nueva derrota en este mes de noviembre en el que solo ha podido llevarse un triunfo en el derbi, y de aquella manera, sucumbiendo en una noche marcada por la noticia repentina de la muerte de Diego Armando Maradona. Los amarillos, como ya ocurriera frente al Sabadell han perdido el encuentro por dos fallos puntuales defensivos, gol en propia propuesta incluido, aunque Mel ha querido recalcar que "si esto es un calco de Sabadell, vemos el fútbol muy diferente, gracias a Dios", a respuesta a los periodistas en la rueda de prensa posterior al encuentro.
A ello, ha querido añadir e insistir que "los futbolistas han metido pie, han estado intensos y nos ha penalizado un error doble porque despejamos mal y nos metemos gol en propia puerta", por lo que, según el técnico, "no se les puede decir nada en lo que respecta a la actitud, por eso digo que no tiene nada que ver con Sabadell".
"El Mirandés nos ha creado ocasiones al final, cuando salimos a empatar y dejamos huecos. Hemos estado en el partido, pero en la primera parte nos hemos ido perdiendo sin que nos tiren a gol", zanjó en una de las intervenciones más cortas que se recuerdan al preparador desde que está en la isla.-CARLOS MORENO