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LEGANÉS

La única visita perica al Leganés en Segunda: surrealista y… ¡en Getafe!

El 30 de abril de 1994 el Leganés recibió al ya ascendido Español (con ñ) de Camacho en Getafe por el cierre del Luis Rodríguez de Miguel. Fue una remontada muy 'sui generis'.

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La única visita perica al Leganés en Segunda, surrealista y… ¡en Getafe!

El Leganés recibirá mañana jueves a las 19:00 al Espanyol en Butarque. Será la segunda vez que uno y otro se vean las caras al sur de la capital en la categoría de plata, pero la primera en la que el duelo tendrá lugar en Leganés. El único antecedente en Segunda data de 1994 y se disputó, no en el viejo Luis Rodríguez de Miguel, sino en Las Margaritas, el antiguo estadio del Getafe. Sucedió un 30 de abril de 1994 y se convirtió en una de las remontadas más insólitas en la historia de los pepineros.

Ahora el partido es un duelo entre gallitos de la categoría, pero entonces la cresta y los espolones (lógico) los ponían sólo los pericos, que de hecho disputaron aquel partido ya como equipo de Primera División. “El fin de semana anterior habían ascendido”, recuerda Luis Ángel Duque (pónganse en pie) entrenador entonces de aquel Lega que disputaba su primera temporada en Segunda. En frente, José Antonio Camacho (sigan de pie) dirigía a un rival que escribía su nombre con ñ (Español, no Espanyol) y que jugó en Las Margaritas con un arsenal de leyendas blanquiazules: Toni, Francisco, Roberto Fresnedoso…

¿Por qué no se jugó en Leganés?

Las Margaritas, sí, Las Margaritas. Porque aquel sábado el Leganés tuvo que buscar estadio en el que disputar su encuentro. El Municipal pepinero, el viejo campo que se situaba donde ahora está la Plaza Mayor de la ciudad, lo habían clausurado por un partido como sanción a un lío que se montó a principio de temporada. En un duelo de Copa contra el Poli Ejido, el árbitro lo hizo tan mal, que la parroquia madrileña no le dejó salir del cuartucho que era su vestuario. La consecuencia: un cierre que se cumplió meses después, en abril.

El caso es que en aquellos años 90 no era muy infrecuente que los eternos enemigos se cedieran el estadio. El Real Madrid y el Atlético lo hicieron varias veces. Leganés y Getafe no iban a ser menos, sobre todo teniendo en cuenta que entre uno y otro estadio distan apenas cinco kilómetros. Media San Silvestre. Los azulones, así pues, accedieron a la petición del Lega a cambio de que sus hinchas pudieran entrar al partido. Así sucedió para aderezar de más surrealismo al choque.

Un Sarriá en Getafe

Sitúense: Leganés – Espanyol en Getafe con un fondo lleno de hinchas del Leganés y el otro, poblado por los ultras del Geta, que no quisieron perderse el choque y que hicieron de aquella facción del campo algo así como un Sarriá en miniatura. Jamás al sur de Madrid se han cantado tan alto los goles del Espanyol.

Arrancó el partido y el Espanyol dominó. “El partido lo retransmitió Telemadrid y nos lo pusieron en chino”, se acuerda perfectamente un Luis Ángel Duque que en lugar de memoria, tiene una enciclopedia. “El 0-1 lo marcó Lluis y luego pudieron hacer el 0-2, pero el delantero dejó muy corto el pase a su compañero y no consiguió rematar. Nos perdonaron... nos perdonaron”, evoca sin necesidad de mirar el vídeo del partido. Pamplinas. Luis se lo sabe todo de memoria.

Un héroe tránsfuga

“Nos pitaron un penalti que tiró Miguel Ángel y paró Toni”, continúa dibujando lo que parecía ser una tarde para la tragedia. Porque el Leganés se jugaba la vida y aquello pintaba en bastos. Hasta que llegó la última palada de surrealismo de la tarde. Vivar Dorado, entonces canterano del Leganés, decidió convertirse en héroe pepinero en la tierra, Getafe, que luego lo vería triunfar de azulón. El mediocampista fue uno de los mitos del ascenso del Geta a Primera en 2004. Pero entonces la única capa que lucía era blanquiazul y sus superpoderes eran los de ser un fantástico ejecutor de balones parados. Con una falta y un córner resolvió el partido.

“El primero lo marcó Luis Ricardo en el 85' y un minuto después marcó Juanma después de que Antonio hiciera pantalla dentro del área. Ahora esas cosas no te las dejan hacer, pero entonces sí”, evoca un Duque que también recuerda a la perfección el “cabreo” que se cogió Camacho. “Nos pudieron ganar fácilmente… pero esto es fútbol, amigo”, vuelve a repetir. Tras aquello, el Lega empató en Mérida (1-1) y luego ganó al Hércules (2-0) el partido clave para mantener la categoría. Esa en la que ahora es gallito como el Espanyol, un rival al que en Segunda sólo ha recibido en Getafe.

Surrealismo pepinero en formato vintage.