Hazard sale del hoyo: gol en la Champions tres años después
El belga anotó el primero del Real Madrid en San Siro, desde el punto de penalti. No había marcado en sus ocho partidos previos de blanco en Europa.
Tras 100 millones fijos (y otra cantidad no revelada por objetivos), mantener la fe en Hazard era obligado. No así la paciencia, que se consumía poco a poco con cada actuación decepcionante del belga, un cómputo que se abultaba y en el que la adaptación como excusa ya no colaba, año y medio después de su fichaje desde el Chelsea. El Real Madrid, un club forjado en las fraguas de Europa, eligió a Hazard para liderar el nuevo proyecto de Zidane con la idea de volver a mandar en España (objetivo conseguido tras LaLiga 2019-20) y de recuperar el tono perdido en la Champions, en la que apenas se había asomado el belga de blanco. Hasta San Siro, donde adelantó al Madrid desde el punto de penalti para hacer el 0-1.
Castigado por las lesiones y por sus propias decisiones, Hazard apenas acumulaba antes de la visita a Milán ocho partidos de Copa de Europa con el Madrid: sin goles, apenas una asistencia. El curso pasado su compatriota Meunier (PSG) segó su mejor momento del curso con una entrada a su tobillo derecho que desencadenaría dos lesiones prácticamente consecutivas, casi 150 días de baja en total. Aquella tarascada conecta con la vuelta de octavos en Mánchester: sin méritos que reseñar, sustituido en el 83’ con 2-1 en contra y el Madrid necesitado de hacer dos goles más. Aquel saludo cabizbajo con Zidane fue el perfecto resumen del primer curso de Hazard con el Madrid: quiso (al principio menos, luego bastante más), pero no pudo. Y los blancos, por segundo año seguido, a la calle en octavos.
Rompió la maldición en Champions
La deuda de Hazard con Europa empezaba a ser cuantiosa, un pecado capital en un club que mide su grandeza de los Pirineos hacia arriba. No veía puerta en la Champions desde hace más de tres años: fue el 22 de noviembre de 2017, en casa del Qarabag azerbaiyano, el primero de una goleada del Chelsea (0-4), actuando como último hombre en punta. Su cuenta en el gran torneo continental apenas llega a nueve goles en 53 partidos, lastrado por los vaivenes del Chelsea en la Premier, que por momentos le encuadraron en disputas menores.
De hecho su última experiencia europea antes de aterrizar en el Bernabéu data de la Europa League 2018-19, por la que pasó sin apenas influencia hasta el tramo final. En el partido decisivo, contra el Arsenal en el Estadio Nacional de Bakú, rompió el candado: dos goles y una asistencia para el 4-1 final, elegido MVP del partido y su último título como blue antes de cambiar de aires. Es la versión que el Real Madrid buscaba en San Siro ante el Inter, en un duelo en el que una derrota podría dejar a los de Zidane al borde del precipicio. Sin Benzema para alumbar el ataque, todos los focos apuntaban a Hazard, esperando pacientes una eclosión que se hacía esperar. El belga, al fin, respondió a la llamada.