Calhanoglu: un viaje prohibido para tensar más la cuerda con el Milán
En pleno tira y afloja para una renovación que parece no llegar, no atendió a las restricciones sanitarias y se dejó ver en Turín con Demiral. La Juve está interesada.
El Milán ganó al Nápoles en el San Paolo por 1-3 y se mantiene líder de la Serie A. Lo deportivo va rodado. El equipo de Pioli mantiene sus sensaciones del inicio del campeonato y parece que volverá a pelear hasta el final por los puestos de honor de la clasificación. Por el contrario, la delicada situación económica que atraviesa el club, que hace semanas comunicó un balance cerrado con pérdidas de 200 millones debidas a la pandemia, le complica mucho las cosas a la hora de acometer movimientos en su plantilla.
Renovar a Donnarumma es en este momento un tema capital. El portero es una de las piezas capitales del proyecto y es el gran esfuerzo a realizar. Sin embargo, en paralelo hay casos pendientes. Uno de ellos es el de Calhanoglu. El turco, que ha mejorado muchísimo sus prestaciones en los últimos meses, también acaba contrato en junio y las negociaciones no van por buen camino. Lo dejó claro Maldini tras el partido del San Paolo. El director de la estrategia deportiva del club lombardo expresó su malestar con el cariz que han tomado las negociaciones. “Un acuerdo implica a dos, nosotros ya hemos hecho nuestra parte; nuestra intención es tratar de mantener a Hakan Calhanoglu del mismo modo que queremos mantener a Gianluigi Donnarumma. Se necesitan dos para bailar un tango...”, dejaba caer cuando se le preguntó por la situación del turco, que se ha convertido en uno de los mejores escuderos de Ibrahimovic en el equipo y en un jugador que está ofreciendo muchas posibilidades al ataque lombardo.
Según fuentes cercanas al club lombardo, hay una sustanciosa diferencia entre lo que el Milán le ofrece al turco y lo que el otomano pide. Así, se le ha puesto sobre la mesa una mejora sobre los 3,5 millones netos por temporada, mientras que el exjugador del Leverkusen pide entre 5 y 5,5. En este momento se ha instalado el pesimismo y no se descarta que, para evitar males mayores, Calhanoglu sea objeto de un traspaso en enero, para evitar que en junio se marche libre.
Mientras el turco ha tensado un poco más la cuerda. En medio de los rumores de un interés de la Juventus no se le ha ocurrido otra cosa que viajar a Turín para dejarse ver con Demiral, el central turco del club piamontés. Ambos son amigos, pero lo peor ha sido que Calhanoglu ha desoído las restricciones por covid y ha viajado. Un viaje prohibido que no ha sentado nada bien en Milán. El turco no podía desplazarse únicamente por motivos laborales o por causa mayor justificada. La instantánea en las redes sociales no confirma nada de eso y enturbia aún más una relación que parece encaminada a la ruptura.