La rebelión de los suplentes
Herrera, Llorente y Hermoso, secundarios en el inicio de la temporada pasada, han evolucionado al once. El ‘14' explotó en Anfield hasta llegar a la Selección.
EI Atlético inició una temporada 2019-20 que Simeone definió desde el primer momento como "año de transición". Un curso donde se habían marchado jugadores claves durante años (Godín, Juanfran, Filipe, Griezmann...) y llegaban muchas caras nuevas para ir adaptándose al equipo y a Simeone.
A algunos, como a Lodi o João Félix, le costó poco entrar en los primeros onces iniciales del equipo, ayudados por las necesidades del equipo en sus respectivos puestos, pero otros han tenido que ir adaptándose a su ritmo hasta ser importantes. El caso más claro es el de Marcos Llorente, hoy en día futbolista capital en el Atlético e internacional con España por primera vez, pero que la temporada pasada no tuvo un inicio fácil hasta su reconversión al ataque. El último año natural le ha cambiado la vida y el partido de Anfield contra el Liverpool la carrera.
Un doblete justo antes del parón del que regresó como un jugador ofensivo de élite. Como interior derecho o segundo delantero, Llorente se ha destapado y esta temporada ha comenzado siendo titular en siete de los diez partidos del equipo, marcando cuatro goles y repartiendo dos asistencias para un total de 598 minutos disputados. Atrás quedó un inicio en su etapa de rojiblanco donde visitaba más el banquillo que el terreno de juego. En los diez primeros partidos del equipo de la temporada pasada tan solo acumuló 183 minutos, viendo tres encuentros completos desde su asiento en la banda.
En el caso de Herrera, su protagonismo ha sido más inmediato. Hasta el último día de mercado se le buscaba una salida para poder inscribir a Torreira. El mexicano se negaba a dar su brazo a torcer cuando finalmente fue Thomas el que dijo adiós con el pago de la cláusula por parte del Arsenal. La marcha del ghanés, unida a la lesión de Saúl, otorgaron unos minutos a Herrera con los que no se contaba y que ha aprovechado a la perfección. En el puesto de pivote, más atrasado al que solía ejercer habitualmente, se ha asentado junto a Koke y se ha hecho con un puesto en el once, aunque su lesión con la selección le complica en el mejor momento. El mexicano ha regresado a Madrid con una lesión en el músculo bíceps femoral del muslo izquierdo. Hasta el momento, ha sido titular en los últimos cuatro partidos y suma 486 minutos cuando un año atrás eran 206. Muy fino en la distribución de balón, ha sido muy importante en este Atlético más ofensivo y con ataques combinativos e hilvanados desde atrás.
Por último, está Hermoso, cuyo final de temporada parecía condenarle al ostracismo, pero del que se ha recuperado. Desde febrero al final de curso pasado solo participó en cinco partidos. Sin embargo, en este inicio de campaña ha comenzado a mostrar su mejor versión en el lateral izquierdo, rotando con Lodi en el puesto y siendo titular en los cuatro últimos encuentros de Liga hasta participar en seis de los diez primeros partidos del equipo (445 minutos), encajando a la perfección en el nuevo sistema táctico de Simeone donde su presencia atrás permite descolgarse a los jugadores del centro del campo.
El Cholo, encantado
Simeone es el gran beneficiado de la evolución de sus futbolistas que a estas alturas de la temporada pasada eran secundarios. Una lista a la que se podría añadir a Felipe, al que también le costó entrar hasta convertirse en un central de total garantías. El técnico argentino señalaba tras la goleada al Cádiz que "lo que más me pone contento es que aquellos jugadores que el año pasado tenían menos minutos como Hermoso, Herrera o Llorente, hoy están siendo muy importantes en el equipo. Me da alegría tener jugadores que el año pasado no tenían tantos minutos y hoy se lo están ganando. No tengo compromiso con nadie y necesito que interpreten lo que quiere el equipo. Aquellos que lo hagan se acercarán a jugar". Una competencia interna potenciada donde el gran beneficiado es el Atlético.