Cuando el Alcorcón abrió y cerró el ciclo más oscuro de Arnáiz
La estrella del Leganés se reencuentra el domingo con el rival contra el que comenzó su calvario por pubalgia y ante el que regresó nueve meses después. “Ahora tengo confianza”.
Visita el domingo Butarque el Alcorcón y en el gesto de José Arnáiz se atisban recuerdos que mezclan alegría con desesperanza. Todo aderezado por la ilusión del presente. Los alfareros son, para la estrella talaverana del Leganés, equipo relevante. En lo bueno. En lo malo. Y sin haber jugado nunca de amarillo. Pero ante su próximo rival vivió el extremo dos momentos clave de su periodo más oscuro como futbolista.
Los provocó una lesión. Maldita, recurrente y (lo peor que le puede pasar a un futbolista) que parecía inevitable. En 2018 Arnáiz aún lucía la elástica blaugrana del Barcelona B y el año arrancó con visos de ser su año. No sabía que terminaría siendo pesadilla.
Alcorcón, principio y fin
Valverde aun dirigía al primer equipo azulgrana y contó con Arnáiz a finales de 2017 en la Copa del Rey, donde, con el primer equipo y ante el Murcia, se salió. Ya en el año nuevo la racha continuó. Debutó en Liga de azulgrana ante el Levante entre dos partidos de nuevo de Copa. El Celta de Vigo fue el enemigo y en uno de esos duelos marcó. Seguía la fiesta… pero duró poco.
Una pubalgia que ya venía amenazándole tiempo atrás lo frenó en enero. Volvió en febrero con aquel Barça B que militó en Segunda para visitar al que será su rival este fin de semana. En Santo Domingo y contra el Alcorcón, Arnáiz hizo su último intento por retornar. Disputó 32 minutos. Tras el duelo, recayó en las molestias hasta romperse del todo.
Tuvo que pasar por quirófano y asumir una larga recuperación que no impidió que el Lega apostara fuerte por él. El club pagó cinco millones de euros por su fichaje, pero no pudo debutar pronto debido a esa misma lesión de la que recayó en verano. Fue un 14 de noviembre de 2018 cuando, por fin, se enfundó la elástica del Leganés en un amistoso que se jugó precisamente contra Alcorcón y que los pepineros perdieron por 0-3. Dio igual. José había regresado nueve meses después. Eso era lo importante. Se cerraba el círculo frente al mismo rival.
Reencuentro tras dos años y un día
El domingo, de nuevo ante el Alcorcón, habrán pasado dos años y un día desde aquello. Suena a condena. Y pudo serlo. Porque Arnáiz apenas jugó con Pellegrino ese curso y el siguiente. Aguirre trató de rescatarlo, pero necesitó salir a Osasuna el pasado enero para recuperar parte de una solidez que ahora luce como uno de los jugadores franquicia del Lega.
Tanto es así, que la afición lo ha escogido como jugador del mes de octubre en un premio que otorga Mahou, uno de los patrocinadores del club. “Este premio significa mucho para mí, después de los dos años que llevo malos, estoy cogiendo poco a poco confianza”, afirma.
Fe en sí misma fraguada a golpe de cañonazos (suma dos goles, ninguno vulgar) tras regatear los fantasmas de las lesiones y el recuerdo de aquella tarde de febrero ante el Alcorcón. José Arnáiz ya es otro y en su camino espera que los alfareros emerjan como anécdota y no como miliarios de su desdicha con las lesiones.