Arteta se cae de la nube

Tras encadenar tres victorias consecutivas y perder por la mínima ante Leicester y Manchester City, el Arsenal de Mikel Arteta vivía, y debería vivir en parte, en una nube de optimismo. La Premier, como casi siempre, ya se encargaría de devolverles al suelo. Porque en cuanto bajas los brazos, un equipo te supera en intensidad y no tienes tu noche, como le pasó a los gunners ante el Aston Villa, lo más seguro es que alguien llegue para mojarte la oreja. Duro golpe para los londinenses, que podrían haberse unido al competido grupo de cabeza pero que, con este duro baño de realidad, recuerdan una vez más que no les sobra nada como para perder la concentración un solo día.

Y todo ello a pesar de que han comenzado la temporada como un tiro con un respecto a lo visto en campañas anteriores. El desánimo de una derrota no puede tirar por tierra lo conseguido hasta ahora. Pero es que los villanos ya habían amenazado con adelantarse al minuto de juego, solo que el VAR les contuvo decretando fuera de juego. Antes del descanso, eran los propios gunners los que se inmolaban por medio de un Saka que mandó a su propia portería un intento de despeje.

Lejos de lograr la reacción, pues Ceballos llegó a sacar un balón sobre la línea, Ollie Watkins, que ya lleva 8 goles esta temporada, certificaría la victoria en apenas tres minutos. El primero en una jugada supersónica que prácticamente empotró al jugador contra la portería de Leno, y el segundo en otro contraataque rapidísimo que definió perfectamente en el mano a mano con el portero teutón.