El confinamiento de Vázquez en la grada acaba ante el Coruxo
El entrenador del Deportivo cumple este domingo el noveno y último partido del castigo que arrastra desde la temporada pasada por tres sanciones consecutivas.
Nueve encuentros y 131 días. Esa es la penitencia que Fernando Vázquez cumplirá este domingo en el Deportivo - Coruxo, en el que supondrá el último partido de su confinamiento particular en las gradas de Riazor y los diferentes campos del fútbol español. El técnico de Castrofeito todavía no se ha podido sentar en el banquillo en lo que va de liga debido a una sanción que arrastra desde el final de la temporada pasada.
Todo comenzó el 30 de junio en Tenerife. Un más que dudoso penalti de Mujaid desató la ira de Vázquez, que fue expulsado por Ortiz Arias tras las protestas. Le cayeron dos partidos de sanción que se convirtieron en cinco una semana después, cuando López Toca lo acusó de esperarlo en el túnel de vestuarios de La Rosaleda tras caer ante el Málaga (1-0). El entrenador blanquiazul reconoció que sí había ido a hablar con el colegiado, pero negó el enfrentamiento: "No soy un macarra, lo que pone en el acta es mentira".
Esa suspensión ya impedía que el técnico gallego pudiera sentarse más en el banquillo en lo que quedaba de Liga, pero faltaba la guinda. Cuatro días más tarde, en el Depor - Extremadura, partido que la mayor parte del deportivismo señala como clave en el descenso, Arcediano Monescillo recogió en el acta que Vázquez había dado instrucciones desde la grada, algo que está prohibido en el código disciplinario. El Comité de Competición decidió sumarle cuatro encuentros más que se han trasladado a la 2020-21, ya en Segunda B.
La espera se alargará dos semana más
El propio Fernando Vázquez ha reconocido que esperaba un indulto por parte de Rubiales al renovar su cargo como presidente de la RFEF, algo que nunca llegó. Eso sí, afirma que ha aprendido la lección: "He tenido mucho tiempo para pensar, además ha coincidido con momentos importantes para el Deportivo. No voy a decir que estoy avergonzado, pero sí que ha sido un error importante y del cual saco conclusiones. Espero que no vuelva a pasar, aunque hay momentos en los que es inevitable. He sentido impotencia en algún momento. Tengo muchas ganas de volver y pienso hacerlo para no recaer".
Caprichos del calendario, el destino ha querido castigar todavía un poco más al de Castrofeito, ya que justo termina su sanción cuando la categoría de bronce afronta un parón de una semana. Por lo tanto, Vázquez no volverá a sentarse en el banquillo la semana que viene y tendrá que esperar hasta 21 o 22 de noviembre, en la visita del Deportivo al Guijuelo.