EUROPA LEAGUE | R. SOCIEDAD 0 - NÁPOLES 1
Politano frena a la Real
Un solitario gol del italiano le da un trabajado triunfo al Nápoles que corta de golpe la gran racha de los txuri-urdin.
La Real Sociedad cayó en Anoeta contra el Nápoles por la mínima por culpa de un solitario gol de Politano en la segunda parte, ayudado de forma involuntaria por Sagan, que desviaba su disparo y despistaba a Remiro. Era la única ocasión del equipo italiano en toda la segunda parte. No necesitó más. Lo demás fue un ejercicio muy disciplinado, serio y aguerrido de buen trabajo defensivo, que desactivó por completo el juego alegre de la Real, que acabó desquiciada viendo que nada de lo que intentaba le salía. No fue por intentarlo, desde el banquillo y sobre el césped. Pero la luz se le apagó a la Real y no encontró forma de encontrar grietas en la defensa del Nápoles, que se lleva tres puntos con los que deja totalmente igualado el grupo F. Nadie dijo que iba a ser fácil. Frenazo a la ilusiones de la Real, pero esta historia continúa. Toca aprender.
El Nápoles comenzó con una presión muy alta, provocando mucho apuros y dudas en la salida de balón a la Real Sociedad, a la que provocaron dos pérdidas de balón nada más arrancar que bien pudieron costarle a las primeras de cambio el partido. Primero Lorenzo Insigne y después Mario Rui entraron hasta la cocina como si fueran un cuchillo en mantequilla, pero por fortuna sus remates se fueron desviados de la portería de Alex Remiro. Fueron dos avisos que hicieron despertar a los de Imanol, que se dieron cuenta de que tenían que ser más precisos a la hora de sacar la pelota desde atrás.
El equipo italiano apretaba intenso con una presión muy alta, pero los donostiarras empezaron a encontrar por dentro a David Silva, y ahí empezaron a generar cierto peligro, lo que hizo dudar al Nápoles, que ya empezó a replegarse un poco más en su campo. La lesión de Insigne hizo daño al Nápoles y permitió a la Real encontrar por la banda derecha una autopista para Gorosabel, cuyos centros no encontraban rematador. La Real llegaba bien a línea de tres cuartos, pero le faltaba el último pase. Lo intentó Portu, Silva, Merino... pero todo acaba igual: con un despeje de la defensa muy segura del Nápoles o con el balón perdiéndose por línea de fondo. Daba la sensación de que la Real terminaba más entera la primera parte, pero el Nápoles era un frontón en defensa, una pared casi imposible de derribar.
Tras el descanso, la Real intentó dar un paso adelante y fue a buscar en su campo al Nápoles. Esa presión alta de los realistas pillo desprevenido al Nápoles, que le costó asentarse. Pero la Real no supo aprovecharse de esa circunstancia, y los italianos fueron encontrando su sitio en el campo para empezar a tener más presencia en campo de la Real. Y cuando las fuerzas se igualaron, el Nápoles dio un latigazo demoledor. Napolitano tiró una pared Hysaj y su disparo desde la frontal golpeó en Sagnan despistando totalmente a Remiro. Era el 0-1. Con un muy poco, el Nápoles se adelantaba y sacaba máxima rentabilidad a su bagaje ofensivo. La Real se quedaba tocada, Imanol movía el banquillo, sacaba toda su pólvora arriba, y cambiaba hasta de sistema. Pero nada salía. El Nápoles demostraba ser un experto defendiendo resultados a favor y se encontraba muy cómodo, mientras la Real acumulaba posesiones estériles que pocas veces acababan en ocasión de gol. Willian José tuvo una tímida opción, y Barrenetxea otra. Insuficiente para un Nápoles muy seguro de lo que hacía. Así murió el partido, y así el Nápoles igualaba a la Real en la tabla del grupo, que se queda muy igualado con los cuatro equipo con tres puntos.