Morales y Iago Aspas miden el gol de la 'vieja escuela'
Con 33 años, ambos son el sustento goleador de Levante y Celta e imprescindibles en los onces de sus entrenadores.
Una y otra vez se repite, en este principio de temporada, que esta Liga es la de los jóvenes. Ansu Fati, Pedri, Trincao, Vinicius, Rodrigo, Joao Félix, Kang-in Lee... jóvenes imberbes irrumpen con fuerza en el campeonato. Otros canteranos con menos glamour también debutan y se consolidan en los primeros equipos. Sin embargo, hay otros futbolistas que rompen esta tendencia. Son los casos de Morales y Iago Aspas, almas gemelas en el Levante y el Celta que se miden esta noche (21:00 horas, Gol) en La Cerámica.
Ambos son, ahora mismo, los faros de dos equipos que andan en horas bajas. El Levante colista, con sólo tres puntos; el Celta, con cinco, también está en la cola (sigue el partido en directo en AS.com). Y ambos equipos han perdido sus tres últimos partidos, quedándose sin marcar. El de Moaña ha firmado los tres goles que ha hecho esta temporada el Celta; el madrileño, tres de los cinco del Levante. Si no marcan, sus equipos no suman.
Representan el gol de la old school. Los dos delanteros (Morales ya abandonó sus inicios como extremo) tienen 33 años. De hecho, el granota es sólo ocho días mayor que el celtiña. Y a su edad, son imprescindibles en sus equipos. Ambos han participado en todos los partidos esta temporada (Aspas todos los minutos) en Liga. Y el curso pasado, Morales jugó en los 38 partidos de Liga y Aspas, en 37, sólo se perdió uno por sanción.
Además, tanto Morales como Aspas se le dan bien jugar contra el Celta y el Levante, respectivamente. El '11' azulgrana le ha hecho cinco goles al Celta, a lo largo de su carrera; el '10' celeste, le ha marcado seis al Levante. Y amenazan con marcar hoy más. En el Levante se esperan cambios. Paco López ha dado un toque de atención a los suyos tras la derrota de Bilbao y anuncia cambios de rumbo, incluso en el sistema de juego. Óscar, por su parte, empieza a estar muy cuestionado y si cae hoy en Vila-real, podría empezar a tener muchos problemas para continuar en el banquillo olívico