El Lyon arrolla al Mónaco con un gran Depay
El delantero neerlandés estuvo implicado en tres de los cuatro goles que su equipo le marcó al Mónaco, que realizó una primera parte para olvidar.
El Olympique de Lyon consiguió por primera vez en toda la temporada encadenar dos victorias consecutivas tras arrollar al Mónaco. Los de Rudi García vencieron por 4-1 a un rival que mostró unas fragilidades defensivas impropias de un equipo que quiere estar en lo alto de la clasificación. Memphis Depay volvió a ser decisivo y estuvo implicado en tres de los cuatro goles de su equipo, siendo una pesadilla durante los 90 minutos para los centrales monegascos.
En un partido clave por los puestos europeos, el Lyon realizó una primera parte demoledora. Los de Rudi García, no obstante, sufrieron durante los primeros 15 minutos contra un Mónaco que obligó a Lopes a intervenir con dos paradas de mucho mérito, la primera a un remate de cabeza de Jovetic y la segunda a un disparo de Ben Yedder a bocajarro.
El ofensivo planteamiento de Niko Kovac con el Mónaco fue un regalo para el semifinalista de Champions, que, como ya mostrara en la fase final disputada en Lisboa, es un equipo que se siente mucho más cómodo contragolpeando que proponiendo ante rivales que le ceden la posesión de balón. Fue así como el Lyon aprovechó los espacios que dejaron los monegascos a espalda de su defensa, como en el 1-0 que marcó Memphis Depay. No se entiende como un jugador de la calidad del neerlandés no esté disputando la Champions League esta temporada.
Memphis estuvo implicado en los tres primeros goles del Lyon. En el segundo, el exjugador del Manchester United lanzó al espacio a Kadewere, que, al primer toque, asistió a Toko-Ekambi. Precisamente Toko-Ekambi forzó el penalti del 3-0 de Aouar, tras otro detalle técnico de crack de Memphis, al dejarle solo en el área pequeña con un taconazo de clase mundial. El Mónaco, desquiciado, se contagió del mal nivel defensivo de la pareja de centrales Badiashile-Disasi y le regaló antes del descanso a Toko-Ekambi el cuarto gol de los locales. Un resultado excesivo, pero que volvió a mostrar las carencias defensivas del Mónaco.
Como era de esperar, Kovac realizó varios cambios nada más comenzar el segundo acto. El croata se protegió con tres centrales, estiró a los carrileros y metió a Cesc Fàbregas a organizar para intentar ganar metros. Lo consiguió, a tal punto de recortar distancias a través de Ben Yedder (de penalti) dos minutos después de salir ambos equipos del túnel de vestuarios. Sin embargo, la reacción monegasca fue circunstancial, pues el Lyon tuvo ocasiones muy claras para aumentar su renta en el marcador, incluido un gol anulado a Dembelé por fuera de juego en el tramo final. Una victoria que coloca a los de Rudi Garcia a dos puntos de los puestos Champions.