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EL CLÁSICO

En Barcelona se frotan las manos para el Clásico

Las portadas de la prensa catalana habla de ridículo de los blancos ante el Shakhtar y de un primer tiempo bochornoso en vísperas de jugar contra el Barça.

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En Barcelona se frotan las manos para el Clásico

Barcelona ha pasado del pesimismo absoluto después del 1-0 de Getafe y del escepticismo después de la primera media hora ante el Ferencvaros, a la euforia y la sensación de poder hacerle un destrozo al Madrid en el Clásico. La prensa de Barcelona utiliza las portadas de este jueves para cebarse en la caída de los blancos ante el Shakhtar en Valdebebas. Sport habla de ridículo en su primera página. Mundo Deportivo, mientras, habla en su tapa de un primer tiempo de bochorno. Los generalistas también observan con sorpresa la crisis blanca. "El Madrid, en caída libre", lleva en su apertura de deportes La Vanguardia. "El Madrid se hunde", titula El Periódico, también en la primera página de su sección. "El Madrid resbala en la Champions y engrandece su crisis antes del Clásico", escribe Ara.

Este jueves por la mañana, los debates en Barcelona van más allá incluso de ganar al Madrid y abrir la herida con la tercera derrota consecutiva. El debate es si los de Koeman pueden hacerle daño a los blancos con una derrota sangrante que desate una crisis y ponga incluso en cuestión la figura de Zidane.

Pero eso es de puertas para afuera. Dentro del vestuario, Koeman sabe bien el punto imprevisibilidad que tiene un Clásico y mentalizará a sus jugadores de un partido duro contra un rival que viene herido y necesitado de un buen resultado que le ponga en paz con la afición y, sobre todo, rebaje la tormenta. La euforia de fuera contrasta, pues, con el baño de realismo dentro del vestuario en un equipo que también es consciente de que no está para tirar cohetes y que, ojo, viene de hacer un punto en los últimos dos partidos y también necesita ganar para asentar su posición en LaLiga. Pero eso no puede impedir que en la calle (ahora no en bares ni cafeterías, cerrados) y en la nueva vida telemática, el barcelonismo se frote las manos con el Clásico.