Terapia de choque: El Valencia crece pese a la derrota
El equipo mejoró con respecto a la derrota frente al Betis, disparó más, concedió menos y Carlos Soler exhibió que es la opción más solvente para el centro del campo.
"Para aprender, a veces llevarse decepciones como esta derrota ante el Betis ayuda". Esas fueron las palabras de Javi Gracia después de que su equipo fuera vencido de manera imperativa por el Betis en Mestalla (0-2) en el último partido antes del parón. El navarro admitió que su equipo había sido inferior no sin dejar claro que en un equipo de la juventud actual, esas duras derrotas en ocasiones ayudan a crecer.
El domingo el Valencia volvió a dejar su casillero de puntos a cero dando claras señales de falta de calidad en algunas zonas y con errores evitables que minaron la moral del equipo, sin embargo, poco tuvo que ver el duelo en La Cerámica con el que se vio en Mestalla dos semanas antes. No hay nada que festejar, a los blanquinegros les falta mucho por mejorar y son conscientes de que la temporada va a ser complicada y Europa es una quimera compleja y muy lejana, no obstante, dentro de esa difícil situación, el duelo ante los vecinos del norte expuso ciertos atisbos que dan lugar a la esperanza.
Los datos
Con los datos en la mano, el Valencia mejoró sus prestaciones con respecto a los de la mayoría de partidos. Los che dispusieron de hasta 8 remates –entre blocados y fuera-, en el que fue su segundo mejor registro del curso, solo por detrás del duelo ante el Levante. A nivel defensivo, pese a que fueron 13 las veces que los amarillos remataron –segunda mejor marca de la temporada-, la sensación de peligro no fue excesiva y al contrario que en otras citas, Jaume no se vio obligado a hacer paradas milagrosas. Por otra parte, los de Gracia dispusieron de más corners (10 a 3) y centraron más balones al área (9 a 18).
Actitud
"Después de su primer gol nos hemos diluido". Palabras que relató Javi Gracia también tras la derrota ante el Betis aludiendo al tanto encajado en el minuto 19. El domingo fue en el minuto seis cuando los de Mestalla se vieron por debajo en el marcador en un arranque de partido más que deficiente, pero del que se repusieron, algo que no lograron dos semanas antes en Mestalla. El equipo estuvo metido en el partido en todo momento, de hecho, ganó más duelos divididos que su rival (38 a 30) y terminó el partido volcado en la meta rival. Un detalle llamativo fue que los futbolistas protestaron de manera constante algunas decisiones de Del Cerro Grande, especialmente por medio de Soler, Gabriel, Gayà o Maxi, algo que nunca ha caracterizado en exceso al vestuario actual de la plantilla che.
Carlos Soler
No fue una tarde plácida para el centro del campo valencianista, que se vio superado en posesión y bagaje por el trío formado por Dani Parejo, Vicente Iborra y Manu Trigueros. Sin embargo, haría mal Carlos Soler si considerara un mal partido el del domingo en términos individuales. En el que fue su redebut en la posición de centrocampista 68 días después, el joven futbolista valenciano solo falló en un pase de los 42 que intentó, fue el futbolista que más ocasiones de peligro generó (4), el jugador no defensa que más balones recuperó (4) y el segundo blanquinegro que más balones tocó en todo el partido (58). Además, dio su primera asistencia del curso y pudo dar la segunda cediendo el cuero a Álex Blanco, pero el otro canterano che no remató bien.
Es cierto que tenía enfrente al que fue su mentor y su amigo como es Dani Parejo, pero Soler mostró que en una posición tan compleja como la del centro del campo puede crecer. Especialmente después del descanso, tras el cual modificó su posicionamiento y pasó de estar ligeramente más escorado a la derecha, Gracia propone sacar el balón jugado desde las bandas, de ahí que estuviera tan escorado, para ganar más bagaje en el centro del campo, algo que progresivamente le permitió ganar presencia.
