Nuevo Promesas, mismas ansias
El filial del Real Valladolid arranca su competición el domingo con el deseo de aspirar, como mínimo, a meterse en la próxima Segunda B Pro.
El Real Valladolid Promesas comienza este domingo una nueva andadura en la Segunda División B, la séptima consecutiva, cumpliendo así con la segunda estancia más larga de su historia en la categoría. Lo hará justo el año en el que esta se reestructura, y con un deseo: ganarse el derecho, como mínimo, de formar parte la próxima temporada de la Segunda B Pro. Aunque Javier Baraja no lo verbalizó en su comparecencia pública de este jueves, ese es el afán que hay en el seno del club, y por ello se ha trabajado de nuevo en confeccionar una plantilla competitiva.
Han sido muchos los cambios que ha experimentado el plantel, con nada menos que once salidas, la gran mayoría en forma de cesión a equipos de un mayor nivel competitivo, y otras tantas novedades, en forma de siete fichajes, dos retornos y dos ascensos desde el División de Honor. Puede llamar la atención, en este sentido, que no se ha optado por agotar las 22 fichas (hay 20 cubiertas) que permite la RFEF. No se ha hecho porque se cuenta con que juveniles o jugadores del Tordesillas, segundo filial, tengan presencia en los planes de Baraja.
A los nueve jugadores que continúan se les añaden varios futbolistas con recorrido y potencial, que, como sucediera la pasada campaña, deben trabajar para crecer y aproximarse al primer equipo lo más posible. Además de Kuki Zalazar, que afronta un año decisivo al ser este el último como sub'23, hay muchas esperanzas depositadas en otros jugadores como Oriol Rey, Sergio López, Moha, Elliot, Paulo Vitor o Sergio Benito, los cinco últimos, llegados mediante diferentes fórmulas en este mercado a Los Anexos, como José Antonio Alonso y Mikel Carro.
Si bien sobre el papel el filial no cuenta con piezas a las que se les adivina un techo tan alto como el que pueden alcanzar Kike Pérez o Miguel de la Fuente, dos de las pérdidas más dramáticas, la base inicial parece estar cuanto menos al mismo nivel que la del histórico Promesas del pasado curso, gracias a la trayectoria y potencial de algunos de los citados, que llegaron a trabajar con los primeros equipos del Real Madrid (Sergio López) o del Atlético de Madrid (Carro) o que tuvieron un buen bagaje en escalones formativos previos (Moha, Elliot o Sergio Benito).
El retornado Sergio Nieto, cedido la temporada pasada en el Don Benito, será el único vallisoletano de la plantilla, cuerpo técnico al margen. No obstante, junto a él tendrán presencia en el plantel otros tres jugadores de los dos últimos juveniles, que terminaron terceros la División de Honor a las órdenes del propio Baraja y de Ricardo López. Se trata de Víctor Socorro, que ascendió a Segunda con el Logroñés, y de dos centrales, Lucas Freitas y Amoah.
Dos victorias de postín en pretemporada
Con todo, se espera un filial que vuelva a intentar ser protagonista a través del balón, que lo cuide y que sea vertical en el último tercio del campo, tratando a su vez de mantener una solidez defensiva en la que su entrenador siempre ha hecho mucho hincapié, y que pasará inicialmente por construir una línea defensiva nueva, sin Raúl Navarro, Jaime, Alende y Corral. También en ataque se requieren automatismos nuevos, aunque los mimbres (Paulo Vitor, Elliot, Zalazar y Sergio Benito) parecen espléndidos.
Dentro del proceso de construcción, el Real Valladolid Promesas ha trabajado durante el primer tramo de temporada sin parte de los fichajes, que sí estuvieron en el último. El filial llega al inicio liguero sin haber perdido un solo partido en pretemporada, toda vez que cosechó cinco empates y tres victorias. La primera, contra el Atlético Tordesillas, por un contundente 3-0. Las dos últimas, de postín, ante el Real Madrid Castilla (0-1) y ante el Deportivo de La Coruña (0-2), dos resultados que invitan a un optimismo moderado de cara al inicio liguero, que se producirá este domingo en Los Anexos frente al Burgos, a partir de las 11:30 horas y sin público.