PRIMERA IBERDROLA | REAL MADRID - RAYO
Auñón: "La pandemia fue una excusa maravillosa para quitarnos cosas"
La capitana del Rayo, reivindicativa, repasa en AS la actualidad del equipo franjirrojo, que se estrena en la Primera Iberdrola 2020-21 el domingo, ante el Real Madrid.
Valentía, coraje y nobleza. A las tres señas de identidad del Rayo se le pueden sumar carácter, determinación y carisma para hablar de su capitana Cristina Auñón (Madrid, 23/03/1989), que atiende a AS antes del debut del equipo franjirrojo en la Primera Iberdrola 2020-21 el domingo, ante el Real Madrid. Conocida también como Sole por una entrenadora que tuvo de niña, la '14' rayista habla del momento en el que llegan las suyas al arranque liguero ("justitas"), del desembarco del Real Madrid (su próximo rival) al fútbol femenino y del daño que ha hecho —y puede hacerle— la pandemia del coronavirus a este deporte. "En muchos sentidos, la pandemia ha sido una excusa maravillosa para quitarnos cosas que ya habíamos conseguido", afirma una futbolista que espera seguir sobre el verde, al menos, hasta que la Liga sea considerada profesional...
¿Cómo se encuentran Cristina Auñón y el nuevo Rayo?
Hemos llegado un poquito justitas. Con el lío de que sin protocolo no podíamos entrenar y que todo el mundo de ha lavado las manos: la Federación, el Consejo Superior de Deportes... Hemos tenido poco tiempo para prepararnos y, sobre todo, poco tiempo para entrenar juntas. Hay jugadoras que han venido desde Dinamarca, Sudamérica, y esos permisos son complicados conseguirlos ahora mismo. Llegamos justitas de preparación, pero con muchas ganas.
Como dice, llegan al arranque dos semanas después tras una pretemporada mucho más corta que el resto, ¿les puede penalizar?
También hay que tener en cuenta que a equipos que han tenido pretemporadas de tres meses, la temporada se les puede hacer muy larga. Si has tenido pretemporada de dos meses y le sumas el periodo de competición, estás prácticamente un año y eso también puede ser una desventaja. Nosotras hemos tenido menos preparación, sí, pero eso se puede suplir con el paso de las jornadas.
¿Cómo se lleva algo así, viendo que todos los equipos arrancan menos el suyo?
Es importante intentar mantener la comunicación como equipo mientras y no sentir que llevas tres meses entrenando sola. Esa parte ha sido importante. Tenemos un grupo e íbamos poniendo cositas todas. Cada fichaje que llegaba, la metíamos muy rápido. Al final, se hace lo que se puede y con las tecnologías que tenemos ahora mismo es más fácil sentirse cerca de la gente.
Y os toca debutar contra el nuevo Real Madrid, que todavía no ha ganado y en Valdebebas. ¿Cómo encaran el partido?
Vamos con ganas. Llevamos mucho sin competir y tenemos ese gusanillo. El debut podía ser Valdebebas u otro campo. Es el primer partido y tienes la incertidumbre de qué tal va a ir.
¿Asusta o todavía no?
Ha nacido hace poco, es un club que aspira a tener un proyecto deportivo potente y, por eso, están invirtiendo en mucho talento. Pero crear una estructura tan sólida como la del Atlético o el Barça lleva años. Nosotras estamos encantadas de que clubes como el Real Madrid quieran invertir en el fútbol femenino.
¿Hay plan especial para enfrentarlas?
Como contra todos los equipos: se estudian, se analizan, se ve cuáles son sus puntos fuertes y débiles y a partir de ahí se trabaja. Evidentemente, tenemos un plan para jugar contra el Real Madrid. Son jugadoras que tienen mucho talento, eso lo sabemos, pero también tenía mucho talento el Barça el año pasado y nos empató en Vallecas en el minuto 90 con un penalti dudoso. Tenemos nuestras armas, el caso es creer en ellas, llevar al cabo el plan y que salga bien.
¿La llegada del Real Madrid al fútbol femenino supone un nuevo impulso?
Sí, simplemente por la masa social que tiene supone un impulso a la Liga. No hay más que ver las menciones en redes sociales el día que anunciaron que tenían femenino. No sólo a nivel nacional, sino en todo el mundo. Para la Liga española femenina, la marca Real Madrid le da un plus a nivel de visibilidad, es diferencial.
Las consecuencias de la pandemia en el fútbol femenino
Por el contrario, la pandemia del coronavirus ha hecho mella en el fútbol femenino. Habéis tenido ERTE en el Rayo, hay incertidumbre, equipos con afición en los campos, otros que no...
A nivel general, la pandemia ha sido utilizada algunas veces como excusa para quitarnos cosas. Desde el momento en el que no se nos deja entrenar porque no somos Liga profesional, tuvimos problemas para hacerlo individualmente, no se nos financian test ni por parte de la Federación ni el CSD, se crea un protocolo en el que sólo hay recomendaciones, nadie quiere mojarse... No es sólo a nivel de club, que también, pero es a nivel global. Con esto nos damos cuenta de que a la competición femenina le queda mucho para estar al nivel de la masculina, en visibilidad, protocolo... En esta Liga, que será una de las más disputadas y de más nivel, prácticamente no se televisan partidos. En muchos sentidos, la pandemia ha sido una excusa maravillosa para quitarnos cosas que ya habíamos conseguido.
¿El riesgo al contagio les exige ser todavía más responsables como profesionales?
No me gusta personalizar, pero yo creo en el trabajo bien hecho, en ser profesional, he reducido el grupo de personas con las que ir. Me levanto a las 6:30 horas para ir con mi entrenador personal, después trabajo y luego entreno. Jugar al fútbol supone para mí un trabajo de profesionalidad me paguen lo que me paguen. Yo hago ese esfuerzo, pero evidentemente si fuera considerada profesional no tendría que hacer ese tipo de cosas.
Otro verano complicado en el Rayo
El equipo empieza a entrenar el 15 de septiembre y acaban llegando diez fichajes, ¿se están adaptando bien?
Hay algunas que a lo mejor no habían estado en el Rayo, pero conocen la Primera Iberdrola como Yanara Aedo o Isadora Freitas. Realmente que no conozcan la liga española tenemos a Cecilie Struck, y Dayna Schra, que todavía no está con nosotras, pero vienen de estar compitiendo y tienen un ritmo alto. No hay nadie que venga y que no sepa dónde está.
¿Alguna de sus nuevas compañeras le ha sorprendido?
Me han sorprendido dos de las jugadoras nuevas que tenemos en ataque: Teresa Morató, que viene del Barça B, y Ana de Teresa, cedida por el Levante. Y muy gratamente. Saben escuchar, quieren aprender y tienen muy buenas cualidades. Ven esto como la oportunidad que todas queremos tener cuando somos jóvenes, que necesitamos un club que confíe en nosotras y que nos dé la oportunidad de explotar en Primera. Nos pueden dar muchas cosas.
Han llegado diez porque se fueron muchas, algunas fijas en el once inicial como Altuve, Eva Alonso, Guerrero...
Hay mucha incertidumbre alrededor del Rayo porque han hecho mucho más ruido las salidas, muy importantes, que las jugadoras que han entrado. Nosotras llegamos a sentir también esa incertidumbre en un momento dado...
Con todo, como cada verano el Rayo aparece en las quinielas del descenso y esta temporada hay cuatro puestos. ¿Cómo se lleva ese runrún?
Este ruido no sólo nos rodea a nosotras, también al masculino, es como entidad. Todos los veranos las plantillas sufren una reestructuración casi íntegra. El 60% de la plantilla cambia. El Rayo es un equipo que, por presupuesto y/o política, no se puede gastar mucho en fichajes ni en sueldos altos. Es verdad que a veces se arriesgan por jugadores o jugadoras hasta el final, pero luego no sale mal.
Hablando de despedidas, este verano dijo adiós al fútbol Alicia Gómez. Aunque usted ya ejerció de capitana toda la temporada pasada por la lesión de la ya exportera, ¿qué significa ahora portar el brazalete en el Rayo?
Alicia es una institución a nivel marca Rayo. Ha representado todos los valores que la gente quiere ver en el equipo. He estado muchos años a su lado y he aprendido mucho. Sé que no soy Alicia y habrá cosas que no podré gestionar como ella, pero intentaré por lo menos hacerlo la mitad de bien que ella e intentar que la gente se identifique con los valores de este brazalete. Yo soy la cara visible de un grupo de personas que tiene que representar unos valores acordes a lo que es Vallecas: un barrio obrero, de gente trabajadora que nunca te va a pedir más de lo que tienes, pero sí que te esfuerces.
El año pasado Carlos Santiso vaticinó en este periódico que el Rayo estaría entre los ocho primeros clasificados y acertó. ¿Y este año?
Repito: confío en el top ocho. Creo que será una nueva temporada.
Y la última, ¿hay Cristina Auñón para rato?
Ojalá, ojalá se den las circunstancias. Cada año es más difícil evidentemente, pero ojalá siga disfrutando de esto y me siga acompañando el físico para estar un poquito más. A ver si llegamos al momento en que nos hagan profesionales.
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