Löw, ante su última bala
El seleccionador volverá a pasar una nueva prueba de fuego ante las críticas y voces que piden un cambio en el banquillo de cara a la Eurocopa.
Joachim Löw vive los momentos más tensos desde que, hace ya más de 14 años, se hiciera cargo de la Mannschaft. La reciente victoria por 2-1 ante un combinado ucraniano que contaba con hasta 14 bajas, primer triunfo de la tetracampeona del mundo en lo que va de 2020, terminó desatando un vendaval de críticas hacia un Löw que sabe de la importancia del choque de esta noche en la Liga Naciones frente a Suiza (sigue el partido en directo en As.com). Tan solo un triunfo plácido, convincente y sin apuros podrían acallar a todos aquellos que, cada día más, piensan que el banquillo teutón necesita de un cambio de aires si aspira a llegar lejos en la próxima Eurocopa.
Lo cierto es que hay multitud de incendios descontrolados en la sede de la federación alemana (DFB) en Frankfurt; y no todos son culpa de Löw. La redada llevada a cabo hace unos días en las oficinas del órgano por presunta desviación de ingresos publicitarios terminó decepcionando al último fiel aficionado de una selección que, a nivel deportivo, tampoco ilusiona. Löw prometió una revolución después de la debacle en Rusia (Alemania fue eliminada en fase de grupos), dejó de contar con veteranos como Müller, Boateng o Hummels, pero a día de hoy, dos años después, su proyecto basado en la juventud no da resultados. Y el señalado es Löw.
El propio Schweinsteiger, timón de su Mannschaft que se alzó con la Copa del Mundo hace seis años en Brasil, no dudó a la hora de expresar su malestar con el combinado alemán en su nueva función como analista de la cadena pública alemana ARD. "Uno ya no se puede identificar al cien por cien con la Mannschaft; y eso es triste, fueron las palabras del ex jugador del Bayern, que no pasaron desapercibidas en ningún rincón de la República Federal. En la rueda de prensa previa al choque de hoy ante Suiza, Löw se esforzó en restar mérito al asunto. Se mostró convencido. Pero sabe que la (enésima) prueba de fuego tendrá que pasarla esta noche.
Por historia, Suiza no suena como un rival que pueda intimidar a la todopoderosa Mannschaft. Su posición en la clasificación, donde se sitúa última del grupo A4 con un punto en su casillero, tampoco intimida. Eso sí, incluso el combinado dirigido por Vladimir Petković sabe que tendrá sus oportunidades contra una Alemania que no sabe amarrar sus partidos. Se puso por delante contra España, Turquía y en la ida ante la propia Suiza, pero terminó empatando siempre. Para que esto no vuelva a ocurrir, Löw tirará una vez más de su bloque del Bayern. Depende de ellos (y del madridista Kroos) que arranque el enésimo proyecto de "Jogi". De lo contrario, será su último.