Objetivo: recuperar a Lemar
El francés es el atlético más desconectado, pero Simeone ha hablado con él durante el parón y le ha hecho saber que tendrá sus oportunidades, pero tiene que enchufarse.
Con los refuerzos de Suárez y Torreira, Simeone se la jugará con un equipo muy similar al de la temporada pasada. Por eso, ya ha pedido un paso adelante a los que hace un año estaban en adaptación. Y a la vez, sabe que necesita a la unidad B. Que no se desconecte nadie y, en este momento, el futbolista más tocado en el ánimo es Lemar (24 años), que barajó salir hasta el último día. Pero Simeone no tira la toalla. Si se queda es para sumar. El reto es que traslade lo bueno que muestra en los entrenamientos a los partidos.
En lo que llevamos de Liga, Lemar sólo ha jugado 13 minutos, contra el Granada. Ante Huesca y Villarreal se quedó en blanco. No se ha ido con la selección, por lo que durante el parón está trabajando con el equipo en Majadahonda. En la primera sesión, Simeone tuvo un aparte con él. Una cholina con la que trató de hacerle ver que no está sentenciado, que la temporada es larga y que habrá momentos para él, también desde el once titular.
Lemar ha ido perdiendo crédito durante sus dos primeros años y en el tramo final del pasado curso casi desapareció. En los doce partidos posteriores al parón, apenas acumuló 112 minutos de juego. En siete encuentros se quedó a cero, entre ellos la cita decisiva ante el Leipzig. Por eso, cuando se acabó el curso, fue uno de los señalados para formar parte de la operación salida.
Hubo propuestas, pero insuficientes...
Pero el mercado ha estado complicado, el francés es un futbolista devaluado y el Atlético no estaba dispuesto a regalarlo. En 2018, el club pagó 70 millones al Mónaco para vestir al jugador de rojiblanco. En esta ventana de fichajes sí hubo clubes que preguntaron por él, pero sin acercarse a las pretensiones rojiblancas. El Oporto buscó una cesión, el Bayern también se interesó, el Wolverhampton siempre estuvo ahí...
Muchos en el club creen que lo que le lastra es la falta de confianza, pero que tiene remedio. El cuerpo técnico lo va a intentar otra vez, pero Lemar tiene que poner de su parte...