El nuevo 'killer' de Italia: 33 años y de la Serie B al estrellato
Francesco Caputo goleó con Bari, Entella y Empoli en segunda. Ascendió, destacó, fichó por el Sassuolo, siguió goleando y ya presume de internacionalidad.
Los sueños, como el amor, no entienden de edades. Si no, que le pregunten a Francesco Caputo (Altamura, 6 de agosto de 1987), un enamorado del gol que se ha convertido en el primer goleador más veterano de la historia de Italia. Dato un poco enrevesado, pero que alumbra una evidencia. "Ahora, el sueño es realidad", decía el protagonista de la hazaña tras la tenística victoria de la Azzurra a Moldavia (6-0). En él, el delantero del Sassuolo hizo el segundo tanto. En su primer partido como internacional, a los 33 años y 62 días, superaba los 33 y 36 que sumaba Daniele Massaro cuando goleaba por primera vez con la selección en 1994.
La oportunidad no le ha caído del cielo, detrás hay trabajo e insistencia, además de talento. La receta del éxito, vaya. ¿Quién le iba a decir a un Caputo que tiranizaba la Serie B en 2018 con el Empoli que, dos años después, Mancini le llamaría a filas? Contextualicemos. Francesco lleva mucho más de media vida futbolística en la segunda división italiana. Si bien debutó en la Serie A en la 2010-11, con el Bari, apenas gozó de oportunidades y un gol en 13 partidos no fue bagaje suficiente para consolidarse en la élite.
Brotes verdes
No sería hasta la 2012-13, con el Bari ya en la B, cuando el colmillo de 'Ciccio' comenzaba a afilarse. Tras destacar, al fin, en el club de Apulia, el Virtus Entella se haría con sus servicios, con una cesión con opción de compra que no dudarían en ejecutar, tras sus 17 goles en su campaña de estreno, la 2015-16. 18 y 10 asistencias en la siguiente que le haría cambiar de destino de nuevo. Empoli sería su nuevo hogar y allí caería de pie. Gracias a su sociedad de ensueño con Donnarumma (Alfredo, que nada tiene que ver con el portero del Milan), llevarían a los azules al primer puesto, con el consiguiente ascenso. Caputo y su socio acabarían con 27 y 23 tantos, respectivamente, y comandaron la tabla de goleadores.
Estreno brillante, asentamiento y comparación con Schillaci
En la 2018-19, ya en la Serie A, en un debut verdadero y no el realizado a medias años atrás, nuestro protagonista demostraba que su pólvora no se había mojado con el cambio de categoría. 16 goles que no lograron el objetivo grupal, la permanencia, pero sí el individual, asentarse en la élite. El Sassuolo no dejaría pasar la oportunidad de hacerse con la nueva y veterana estrella de la categoría y firmaba al ariete en 2019.
En los neroverdi dio la zancada definitiva. Sus 21 goles ligueros le colocaron cuarto en la lucha por el trofeo de capocannoniere, por detrás de Ciro Immobile (36), Cristiano Ronaldo (31) y Romelu Lukaku (21). Casi nada. Este curso presente lleva el mismo camino y en sus tres primeros partidos ha hecho otros tantos goles, que ha acompañado de un par de asistencias a sus compañeros. Mancini no ha podido obviar su ascenso a la cima y no se atreve a descartarle para la Eurocopa ("Si esto continúa", dijo tras el choque).
La prensa ya le compara con Salvatore Schilacci, leyenda italiana de finales de los 80 y principios de los 90, y él no rehuye la comparación: "Nunca digas nunca". El 'Totò' debutó con la selección apenas 70 antes de un gran torneo, Italia 90, y, allí, se consolidó como el gran goleador que era y acabaría 'pichichi' del torneo, con seis tantos. Nuestro protagonista tiene tiempo, pero como él mismo añade, "la temporada es muy larga", aunque si sigue perforando redes de manera inmisericorde, disputar su primer gran torneo con la Nazionale está lejos de ser una quimera. Una vez en la Euro, el nombre de Schillaci volverá a la palestra.