Bartomeu: dimitir o resistir
El presidente debe decidir si dimite o se la juega en el voto de censura que juzgará su gestión. Este miércoles se alcanzará la cifra que valida el referéndum contra el presidente.
Josep Maria Bartomeu, presidente número 40 de la historia del Fútbol Club Barcelona, debe decidir de aquí a principios de la semana que viene si presenta su dimisión o se la juega en el voto de censura que juzgará su gestión. Salvo sorpresa, la Mesa constituida para validar las firmas contra su gestión que presentó la plataforma Més que una Moció, compuesta por tres precandidatos (Jordi Farré, Lluís Fernández Alá y Víctor Font) y ocho grupos de opinión, anunciará hoy que se ha llegado a las 16.521 papeletas de socios que exigen los estatutos para fijar la fecha del referéndum contra su gestión.
Una vez se consume el anuncio de Josep Maria Vallbona, presidente de la Mesa del voto de censura, se requerirá a la Junta para que fije una fecha para la votación, que debe celebrarse en un plazo "no inferior a diez días hábiles ni superior a veinte", según los estatutos de la centenaria entidad catalana. Bartomeu tiene previsto reunir a su Junta el viernes para tomar una decisión. Aquí está la división. Algunos directivos le piden que renuncie y abra ya un periodo electoral sin esperar al fin de semana del 21 y 22 marzo de 2021, cuando estaban fijadas las elecciones. Otros le sugieren que no lo haga y que sería una irresponsabilidad dejar el club en manos de una Comisión gestora durante meses en un momento en el que ni han sido aprobadas las cuentas en la Asamblea y hay que afrontar una nueva reducción de la masa salarial de la primera plantilla. Todo esto, sin contar con la inestabilidad deportiva que añadiría al día a día de la plantilla de Koeman.
Si Bartomeu decide irse, la Junta se disolverá y una comisión gestora presidida por Carles Tusquets convocará elecciones. Si se enfrenta al voto de censura, estas son las condiciones. Para que sea válido, debe haber un mínimo de un 10% de sufragios de los socios. Y para derrocar a Bartomeu, se necesitarán dos tercios de los votos contra su gestión. Si es así, volverá a aparecer en escena la Gestora, que haría el anuncio de elecciones. Bartomeu, en una encrucijada perdedora. Irse humillado dando el gusto a sus opositores, o jugársela a ser el primer presidente de la historia derrocado por una moción.