Carencias y excesos en la plantilla de Bordalás
Con el cierre del mercado llegaron los refuerzos para las bandas que pedía el técnico, pero quedaron operaciones pendientes.
Víctor Mollejo y Diavy completaron la plantilla del Getafe casi sobre la bocina del cierre del mercado. Dos extremos como pedía José Bordalás con insistencia desde el inicio de la temporada. Sin embargo, sus llegadas, ambos como cedidos, no han satisfecho del todo las pretensiones del alicantino, que esperaba algo más tanto en fichajes como en descartes en casi todas las líneas.
En la portería Chichizola esperó una oferta convincente hasta el último minuto que no llegó. El argentino, que no había sido convocado hasta ahora porque quería marcharse, completará el trio de porteros del Getafe junto al titular Soria y Rubén Yáñez. Seguramente empiece a estar en el banquillo desde el próximo partido.
En la defensa había pretensión de otro central y dar salida a Chema, que apenas cuenta para Bordalás. No fue así y tampoco se pudo fichar un recambio para el lateral izquierdo, lo que puede representar un problema cuando avance la temporada.
En el centro del campo, el entrenador había mostrado la puerta de salida a Portillo, que sin embargo tampoco se marchó y jugará su cuarta temporada consecutiva en el Coliseum. Ofensivamente sí se consiguió el golpe de calidad y atrevimiento que se buscaba con los fichajes del último día.
En el club mantienen que las mejores noticias no han sido los fichajes sino poder retener a jugadores como Djene, Cucurella o Arambarri que tenían pretendientes y finalmente continuarán como azulones. Al final veintitrés futbolistas completan una buena plantilla a la que Bordalás hubiese querido meter algún cambio más, pero es consciente de las dificultades del mercado este año.