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BARCELONA

Primer 'toque' a Griezmann

Koeman mandó un mensaje al Principito: "Tiene que marcar". El francés ha marcado dos goles en sus últimos 20 partidos de Liga. Deschamps echa leña al fuego: "Seguro que no está contento".

Griezmann, en el partido ante el Sevilla.
Rodolfo MolinaDIARIO AS

"Por su calidad como jugador, ha tenido que marcar un gol en esas dos jugadas". Quien habló en esos términos de Antoine Griezmann fue su entrenador, Ronald Koeman. El holandés ha protegido desde su llegada al francés de las críticas que recibió el año pasado. De hecho, puede que su caso y el de Frenkie de Jong fuesen los que más le preocupasen nada más aterrizar. Consideraba que no habían sido bien utilizados por Setién. "Los futbolistas tienen que jugar en su sitio", reclamó. Así que tiró del 4-2-3-1 para que el exjugador del Ajax se pudiese descolgar en ataque (de momento sin éxito) y sacó a Griezmann de la izquierda, donde estuvo mustio el año pasado, para intentar que hiciese daño partiendo desde la derecha. Así podría hacer diagonales hacia dentro, como le gusta.

Pero Griezmann no arranca y sus números son preocupantes. No se puede entender como normal que un jugador que ha marcado dos goles y ha dado dos asistencias en sus últimos tres partidos con Francia, haya marcado dos goles en los últimos 20 partidos de Liga con el Barça. Hay un punto de falta de alma en Griezmann que tiene desanimado al barcelonismo. La afición ha valorado y respetado su trabajo desde que aterrizó porque tiene buena actitud, ha intentado colaborar en el buen rollo en el vestuario y es un jugador interesante tácticamente. Pero esa falta de fe para finalizar las dos acciones ante el Sevilla del domingo definen bien ese sí pero no de Griezmann en el Barça. Esa falta de genio pellizca a la gente, que teme que un enorme jugador pase de puntillas por el Barça. Tal vez por ahí va el mensaje de Koeman. Un pellizco a su amor propio. Ese puntito de cruyffismo cuando tocaba el orgullo de sus jugadores.

Y Griezmann no se puede esconder. El Barça necesita su contribución, mucho más después del adiós de Luis Suárez. 15 goles en 51 partidos oficiales son muy pocos para un delantero campeón del mundo que cuesta 120 millones de euros. Griezmann debe encontrar soluciones: exigir que sus desmarques sean mejor interpretados, ser más egoísta en la toma de decisiones, tener más filo cuando se pone de cara al gol. Si no, el toque de Koeman subirá de tono. Deschamps, seleccionador francés, a última hora de este lunes, echó leña al fuego: "Seguro que no está contento". Deschamps vuelve a referirse a la posición del francés, que ha visto cómo Coutinho pasaba por delante de él en la posición de mediapunta y le ha enviado a la banda derecha.