Zaga mínima, Morales máximo

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José Luis Morales no debutó en Primera hasta los 27 años y su técnico, Paco López, no lo hizo hasta los 50. Dos rarezas. Difícilmente talentos así tardan tanto en asomar a la superficie en el fútbol de hoy, repleto de vigilantes de promesas. Uno y otro son la bandera de un Levante que ha pasado diez de las últimas once temporadas en Primera, de largo la mejor racha de su historia. Con un día menos de descanso se mide a un Madrid que se le da bien: dos victorias, dos empates y dos derrotas en los últimos seis duelos (sigue el partido en directo en As.com).

Retirado Aduriz, Morales es el mejor ejemplo de que también en el fútbol es posible correr en negativo, que en términos atléticos significa ir más rápido en la segunda mitad de una carrera. Morales, antes Pedja, antes Velociraptor, antes El Mudito (apodos todos de su larga estancia en el fútbol modesto) y ahora El Comandante, probó de niño sin éxito en el Madrid, con el que siempre simpatizó, y acabó jugando en Parla y Fuenlabrada hasta los ventitrés años: "Pensé entonces que nunca saldría de Tercera y Segunda B". Luego le llegó la oportunidad del filial del Levante y más tarde una cesión al Eibar, en Segunda. Y de pronto, todo se puso de su parte: un gran año con los armeros, un Levante en Primera y un técnico en paro, Mendilibar, que le vio muchas tardes en Ipurua y que fichaba por los granotas el verano siguiente. Todo encajaba.

Morales ya es el máximo goleador histórico del Levante y al partido llega copichichi, con tres tantos en tres partidos. Un comienzo bien diferente al del curso pasado, en que sólo anotó cuatro goles en la Liga, uno de ellos el que tumbó al Madrid en Valencia. Roger, el segundo cañón del equipo, apunta a acompañarle en La Cerámica, la casa del Levante mientras duren las obras en el Ciutat.

La buena estrella de Paco López

En las mismas está Paco López, cuya irrupción en el fútbol profesional tras una larguísima carrera en categorías menores (Catarroja, Benidorm, Alcoyano, Cartagena, filiales de Valencia y Villarreal…) resultó deslumbrante. Tomó al equipo en 2018 a un punto de la zona de descenso y sumó 25 puntos de 33 posibles en la recta final. Su propuesta de fútbol atrevido cuajó.

Con Paco López el Levante le ha ganado dos partidos de cuatro al Madrid. Dato relevante si, además, se tiene en cuenta que el equipo de Zidane lleva meses pidiendo la hora. Siete de sus ocho últimas victorias han sido por la mínima, incluyendo las dos de esta Liga. El equipo granota llega al partido con su primer internacional con España en 56 años, Campaña, y con mejor imagen que eficacia (tres partidos y únicamente tres puntos).

Lo contrario que el Madrid, que se ha quedado sin lateral derecho por las lesiones de Carvajal y Odriozola en 24 horas. Así que Nacho podría tener su primera oportunidad, con alguna opción para Lucas Vázquez, en un puesto que ya ocupó en sus últimos cuatro partidos del curso pasado. También faltarán Militao, Kroos, Hazard y Mariano. Demasiadas bajas tras sólo tres partidos.

Asensio y Vinicius

Visto el pinchazo de jugar con dos puntas, la previsión es un regreso al 4-3-3, con Asensio y Vinicius. A Zidane le cuesta ver al brasileño, jugador principal con Solari. Cuando el francés regresó al banquillo, se había roto los ligamentos de la rodilla. Jugó sólo 120 minutos en los últimos tres partidos. El año pasado fue el duodécimo más utilizado y en esta ha sido suplente en dos de los tres compromisos pese a la baja de Hazard. Es de quita y pon pese a que ninguno de los que rodean a Benzema ha ofrecido mejor impresión.

Asensio, el primero de la lista para esa banda derecha sin dueño, aún esta volviendo. La pandemia le permitió jugar diez partidos el curso pasado, que daba por perdido, y marcó tres goles. Esa capacidad anotadora es imprescindible ahora que parece apagarse la estrella de Benzema, que aún no se ha estrenado. Cinco partidos en blanco fue su peor racha el curso pasado. Apagones así hacen temblar a este Madrid sin alternativas de gol.