BARCELONA

Messi evitó los nombres propios

En su declaración "institucional" en 'Sport', no hay referencias a Bartomeu, Abidal o Setién, sólo el intento por cerrar la crisis del burofax y poner el cuentakilómetros a cero.

Messi.
Alex Caparros
Juan Jiménez
Redactor jefe de AS. Fue colaborador en AS (2000-04) y, después de pasar por Málaga Hoy, regresó como jefe de Sección en Málaga. Delegado de Andalucía entre 2009 y 2012, colaboró en la integración digital-papel de AS en Madrid. Cubre la información del Barça y la Selección de baloncesto. Tres Juegos Olímpicos. Colaborador de SER, Canal Sur y Gol.
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Messi cerró la crisis del burofax con una declaración, básicamente, "institucional". La ampliación de sus palabras, de las que Sport hizo un avance en su edición digital este martes, no aportó más novedades. Messi evita los nombres propios. No hay referencias a Josep Maria Bartomeu, a quien había criticado durísimamente en la entrevista a Goal y a quien había reprochado también las formas del adiós de Suárez; tampoco habla del adiós del secretario técnico, Eric Abidal o de Quique Setién. Su objetivo era una declaración que intente restablecer la paz institucional y deportiva en el club y ponga al equipo en el kilómetro cero después de un 2020 de locos.

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El Barça necesita un poco de estabilidad. Tal vez Messi mirase con perspectiva su participación en las polémicas del año, en las que ha estado más presente que nunca. Su tirón de orejas a Abidal por intentar responsabilizar a los jugadores de una destitución, la de Valverde, que era decisión del francés, fue de época. Luego discutió las declaraciones de Setién sobre las  equipo de ganar la Champions, con explosión final después del 1-2 ante Osasuna. Antes, había disparado contra la Junta por "meter presión" en el recorte salarial obligado por el COVID-19. Finalmente, llegó la entrevista a Goal, en la que Messi mostró su frustración por no haber salido y por la falta de palabra de Bartomeu, aunque ahí ya advirtió: "Daré lo máximo".

La asunción de errores por parte de Messi resulta ciertamente novedosa, porque el argentino había sido siempre capaz de mantener pulsos institucionales con entrenadores y presidentes. Eso sí, lo que permanece invariable en el argentino es su espíritu competitivo y sus ganas de devolverle a la gente ("no le damos nada, dijo después del famoso partido ante Osasuna) la ilusión: "Este equipo dará lo mejor con el único objetivo de conseguir las alegrías que siempre da el fútbol, sobre todo a los seguidores, que tanto se lo merecen".

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