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¿QUÉ FUE DE?

¿Qué fue de Zigic? El '9' gigante que conquistó a LaLiga

El delantero de 2,02 metros de altura, que pasó por Valencia y Racing, cumple hoy 40 años. Actualmente, es técnico ayudante en la selección serbia.

Zigic y Munitis celebran un gol con el Racing.
FELIX ORDONEZ AUSINREUTERS

Tal día como hoy, hace 40 años en el municipio Backa Topola de la ciudad de Voivodina en Serbia nacía uno de los delanteros más carismáticos que se recuerda en el siglo XXi en el fútbol español. Nikola Zigic está de cumpleaños, ya retirado del fútbol, pero con un fuerte vínculo al país en el que pasó los mejores años de su carrera deportiva. Colgó las botas tras la temporada 2014-15, cuando vestía la camiseta del Birmingham y decidió volver a España para asentarse en Valencia, donde todavía mantiene contacto con personas cercanas al club.

De hecho, el delantero serbio ha formado parte del equipo de veteranos del Valencia y de la Asociación de Futbolistas de la entidad. A día de hoy, ha dejado a un lado su unión al conjunto ché y ha dado su primer paso en su posible carrera como entrenador. La selección serbia, dirigida por Ljubisa Tumbakovic, le contrató como ayudante en marzo de 2019. Luka Jovic, sin ir más lejos, recibe en cada parón internacional los consejos del que fuera un tanque de las áreas y un portento físico que le dio muchas alegrías al Racing y al propio Valencia.

En el plano personal, Zigic se mantiene al margen de la vida mediática. Apenas pasa por los medios de comunicación y no tiene redes sociales o, al menos, no de forma pública. Quienes le conocen le definen como un hombre al que le gusta bromear y vacilar, simpático y algo reservado de cara a la fama. Él mismo ya reveló sus planes de futuro nada más aterrizar en España allá por el año 2006: "Quiero tener una familia, tener hijos y llevar una vida normal". Aun así, su amor por el fútbol le ha llegado a seguir vinculado a él, pese a estar ya en segunda fila cuando la cámara se pone a grabar. 

Lo intentó... ¡en Tercera División!

Zigic abandonó el Birmingham con 35 años para poner fin a su carrera deportiva. Sin embargo, algo le decía por dentro que todavía tenía cuerpo para seguir disfrutando del deporte rey. No a nivel de élite, tras ser suplente en su última etapa en Inglaterra, pero, por qué no, en categorías de fútbol no profesional. Y así, estuvo de prueba en el Torre Levante, en aquel entonces de la Tercera División del fútbol español. Entrenó algunas semanas, a una media de tres sesiones, para ver sus sensaciones y cerciorarse de que aún tenía nivel para competir. Finalmente, pese a las buenas intenciones de ambas partes, el delantero serbio no se consolidó en el club y definitivamente se despidió del nivel competitivo.

No obstante, sí jugó posteriormente con los veteranos del Valencia, con quienes demostró no haber perdido su olfato goleador. A lo largo de su trayectoria, Zigic marcó un total de 89 goles en 288 partidos disputados. Paradójicamente, pese a sus 2,02 metros de altura nunca fue un excelso rematador de cabeza. Su longitud, como es lógico, le permitió anotar con la 'testa', pero no era un especialista. Más bien, aprovechaba su envergadura para sacar espacios dentro del área, molestar en el balón parado o ganar pugnas aéreas e iniciar así jugadas ofensivas. Brillaba más por inteligencia que por remate y siempre obligaba a tener a dos rivales pendientes de él en jugadas de estrategia.

El 'no-penalti' más famoso de la historia

Seguramente no hagan falta pruebas gráficas para que recuerden a qué jugada se hace referencia. Más de diez años han pasado desde entonces, pero en Twitter y demás redes sociales se sigue recordando como si fuese ayer. Allá por el 8 de abril de 2010, Valencia y Atlético de Madrid se enfrentaban en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League. En la ida firmaron un empate a dos. En el duelo decisivo, por tanto, los visitantes necesitaban marcar en el Vicente Calderón. E hicieron méritos para lograrlo. De Gea estuvo soberbio con paradas decisivas a David Navarro y a Zigic en la recta final del duelo.

"Cuando sea viejo le recordaré a mis nietos la historia de la camiseta rota"

Zigic

Pero las estiradas del guardameta cayeron en el olvido, cuando Juanito agarró descaradamente de la camiseta a Zigic, ante la mirada atónita de todos los presentes. De todos salvo del colegiado Florian Meyer, que no señaló absolutamente nada. La jugada, difícil de ver por el barullo formado en el interior del área, no dejó dudas en el momento en el que el delantero serbio no daba crédito a lo que había pasado, estirando los brazos y con la camiseta completamente rota. Incluso Juanito no tuvo reparo en reconocer que había sujetado al futbolista del Valencia.

"Ese penalti lo habría pitado todo el mundo, hasta la gente del Calderón. La camiseta viaja siempre conmigo y la guardaré toda la vida. Algún día la enmarcaré y cuando sea viejecito le recordaré a mis nietos la historia de esa camiseta rota que no sirvió para nada. Me acordaré de que pude jugar una semifinal de Europa League, que al final ganó el Atlético. Podríamos haber sido nosotros", recordaba tiempo después el gigante serbio. Y así fue. Posteriormente, los de Quique Sánchez Flores eliminaron al Liverpool y derrocaron al Fulham en la final para coronarse como campeones de la segunda máxima competición continental.

Fíjense si ha llovido desde entonces, que ni siquiera Simeone dirigía a los colchoneros. Pero así es el fútbol y así será siempre la imagen que tenga el aficionado medio de un delantero que fue mucho más en el panorama nacional que una camiseta rota. En el día de su 40 cumpleaños, multitud de seguidores le han felicitado adjuntando la referida fotografía. Para más inri, el propio Valencia también lo hizo, con un texto acompañando: "Seguro que él aún recuerda esta acción frente al Atlético en los cuartos de final de la Europa League. ¿Y vosotros?".

El mítico Dúo Sacapuntos

En verano de 2006, un Zigic cansado del fútbol serbio llegaba a Santander para vestir la camiseta del Racing. El atacante reconoció que le costaba disfrutar en su país natal, por la menor incidencia del deporte en el día a día y por la escasez de público en los estadios. Daba un paso de gigante, nunca mejor dicho, en su carrera. En España, pronto se ganó el cariño de todos. En primer lugar, por su particular físico, único en todo el campeonato. Y después por su rendimiento, formando junto a Munitis una pareja icónica en El Sardinero.

"Quiero tener una familia, hijos y llevar una vida normal"

Zigic, alejado de los focos

Ambos lideraban al Racing desde diferentes alturas. Munitis, con su 1,70 aproximado, era uno de los jugadores más bajos de todo el campeonato. Zigic, con su 2,02, era el más grande. Inolvidables aquellas celebraciones en las que el '10' pegaba un bote para ponerse al nivel del serbio y abrazarle para festejar un gol. Por razones obvias, fueron apodados el 'Dúo Sacapuntas'. El mote evolucionó para darle un toque más futbolístico al 'Dúo Sacapuntos'. Lejos de quedarse en una pareja 'cómica', ambos fueron pura química sobre el césped. Cuando uno asistía al otro, el otro asistía al uno. Supieron leer de maravilla el juego de su compañero y formaron un tándem letal. La décima plaza firmada por el conjunto cántabro así lo demuestra.

Pronto llamó la atención de clubes del continente. Zigic, feliz en España, quiso continuar. Se lo llevó el Valencia, donde pasó la temporada 2007-08 y la mitad de la 2008-09, antes de volver a Santander. En Mestalla no demostró su máximo nivel, cosa que sí hizo en su segunda etapa en el Racing. 13 goles en 19 partidos, desde luego, así lo avalan. Y aquello le valió para volver a ganarse la oportunidad de la entidad ché, donde ya sí estuvo más cerca de lo que se esperaba de él. En la campaña 2010-11 fue traspasado al Birmingham, donde vivió sus cinco últimos años de carrera deportiva. Tras tener papel protagonista en la 2013-14, perdió protagonismo y decidió poner fin a una trayectoria icónica.

Tanto es así que hoy, en un aniversario más para él, ha sentido el cariño y apoyo de un país que le vio brillar como futbolista. Desde AS, nos unimos a esas felicitaciones. Eso sí, no son un simple recuerdo. Zigic no ha dicho su última palabra en el fútbol y quién sabe si llegará a ser algún día seleccionador serbio o técnico de primer nivel. Por el momento, se conforma con asistir a Tumbakovic y a trabajar a conciencia para que Luka Jovic vuelva a sentir la confianza que le hizo ser un delantero de élite en el Eintracht de Frankfurt.