Once clubes de Segunda B exigen un mayor control económico a la Federación
A través de un documento, equipos como Unionistas o Cultural reclaman el cumplimiento de las normas y el fin a los pagos en B. También piden apoyo a AFE.
Once clubes de Segunda División B han dicho basta ante un problema frecuente en la categoría y han decidido unirse para firmar una carta a la Real Federación Española de Fútbol exigiendo una solución. Para ellos, se produce una "desventaja competitiva" en el momento en el que varios clubes efectúan "malas prácticas económicas". En la división de bronce lleva años denunciándose lo ahora expuesto, con el fin de equilibrar la competición. Sin embargo, el control económico, al menos para los firmantes, no garantiza que se cumpla la legalidad.
En definitiva, lo que vienen a denunciar Unionistas, Badajoz, Numancia, Rayo Majadahonda, Cultural Leonesa, DUX Internacional de Madrid, Racing de Ferrol, Ibiza, San Fernando, UCAM Murcia y Zamora son las artimañas de clubes que pagan parte de sus salarios en negro a sus jugadores, lo que les permite manejar límites salariales y evitar el pago de impuestos sin que medie consecuencia alguna sobre ellos. Por supuesto, esto es una práctica ilegal que, además, desvirtúa, según indican los demandantes, la competición.
Por ello, reclaman que el control económico que efectúa la Real Federación Española de Fútbol se endurezca y castigue severamente a aquellos a los que se pille ejerciendo estas prácticas. "La RFEF debería de velar por la igualdad entre todos los clubes y por el control económico para evitar problemas vividos en el pasado", indica el comunicado, que añade: "Que haya clubes que no cumplen con las normas perjudica, además, a la imagen de la propia Federación".
En las últimas semanas, en la burbuja de la Segunda División B han brotado diversos comentarios que se cuestionan cómo clubes que han tenido que recurrir a un ERTE para su supervivencia ahora son capaces de realizar fichajes de renombre. Con otras palabras abordan el tema los once implicados en este adjunto al equipo de Rubiales: "Tiene que estar previsto un modelo de actuación y más en el contexto de la situación que atravesamos todos los clubes por la crisis económica y la pérdida de recursos como consecuencia de la COVID-19".
Por último, solicitan el respaldo del sindicato AFE, haciendo un apunte de modos de actuación en momentos pasados: "Tiene que impedir que sus futbolistas perciban parte de sus salarios de manera irregular y no defender, como ha sucedido, los contratos que perciben sus jugadores ante la Comisión Mixta". La pelota está ahora en el tejado de la RFEF y la propia AFE, tras recibir mediante carta una petición formal que preocupa y afecta no solo a estos once, sino a toda la categoría.
Este es el comunicado íntegro:
"CARTA A LA REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE FÚTBOL
Ante la situación de desventaja competitiva en la que nos encontramos, debido a las malas prácticas económicas que llevan a cabo algunos equipos de la categoría, y en nuestro deber de luchar por un deporte justo y limpio, los clubes abajo firmantes queremos manifestar lo siguiente:
1. Nuestro absoluto rechazo al incumplimiento de las normas de rigor económico por las que todos los clubes de Segunda División B deberían regirse. Dicha inobservancia por parte de algunos equipos provoca un agravio comparativo hacia aquellos que sí lo hacen, por lo que debería de estar castigado.
2. Consideramos un acto de competencia desleal las prácticas que determinados clubes desarrollan con la contratación de algunos futbolistas. Acuerdos con pagos que no se ajustan en su totalidad a la legislación y cantidades de dinero que se perciben de manera no oficial.
3. Los clubes que cumplen con el pago de todos los contratos de manera regular, así como las cantidades a percibir por el IRPF y la Seguridad Social, nos sentimos perjudicados y en desventaja a la hora de competir con aquellos equipos que no lo hacen. Las normas están marcadas para todos por igual y es el deber de todos cumplirlas.
4. A nuestro parecer, la competición se vería adulterada desde su nacimiento por no partir todos los clubes participantes en las mismas condiciones.
5. Que haya clubes que no cumplen con las normas perjudica, además, a la imagen de la Real Federación Española de Fútbol, que debería de velar por la igualdad entre todos los clubes y por el control económico para evitar problemas vividos en el pasado y cuidar por la salud de nuestro fútbol.
Por todo ello, solicitamos a la Real Federación Española de Fútbol una respuesta ante esta situación, queriendo saber, antes de que comience la competición, qué medidas va a llevar a cabo para tener un mayor control económico de los clubes de Segunda División B y las sanciones correspondientes para que todos podamos competir en las mismas condiciones, sin perjuicio de que los clubes podamos tomar las decisiones que creamos oportunas.
El ente federativo tiene que tener previsto un modelo de actuación para aquellos que no jueguen limpio en un apartado tan importante para el buen funcionamiento de nuestro fútbol como es el económico. Y más en el contexto de la situación que atravesamos todos los clubes por la crisis económica y la pérdida de recursos como consecuencia de la COVID-19.
Por otra parte, la Asociación de Futbolistas Españoles, a la que remitimos la misma carta, no puede amparar dicha situación con su falta de actuación. AFE tiene que impedir que sus futbolistas perciban parte de sus salarios de manera irregular y no defender, como ha sucedido, los contratos que perciben sus jugadores ante la Comisión Mixta, ya que no se está cumpliendo con la legislación y los propios jugadores se podrían ver perjudicados por ello.