La odisea a Budapest hará que vayan sólo unos 500 sevillistas
El Sevilla devuelve a la UEFA 2.500 de las 3.000 entradas de la Supercopa porque el viaje es muy difícil, hay que hacerse un PCR y existe miedo al coronavirus.
Las condiciones impuestas por el gobierno de Hungría para entrar en el país son muy estrictas. Para empezar, es necesaria una prueba negativa de PCR realizada al menos 72 horas antes de aterrizar. Un documento que debe estar redactado en inglés o en húngaro. La prueba tiene un precio de más de 100 euros, dinero que se une al del viaje hasta Hungría y a la entrada. Como ejemplo, el viaje organizado por la Federación de Peñas del Sevilla cuesta 365 euros más los 100 de la prueba PCR.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Los componentes de este chárter, único que se flete desde Andalucía el mismo día del encuentro por la mañana, compondrán junto a algunos cientos más de aficionados que han decidido ir por su cuenta el alrededor del medio millar de nervionenses que asista a esta Supercopa. Muchos de los vuelos que habitualmente conectan a Sevilla con Budapest a través de ciudades cercanas fueron cancelados por los operadores aéreos antes las restricciones debidas al coronavirus. Se espera que algunas decenas de sevillistas que viven en Alemania y Francia acudan también al partido.
El Bayern sí venderá sus 3.000 entradas. El club bávaro paga a sus aficionados las pruebas PCR. Pero, más que eso, es evidente que la cercanía de Budapest a Munich, a poco más de 700 kilómetros en coche, facilita muy mucho el desplazamiento desde el sur de Alemania hasta la capital de Hungría.