El Mérida homenajea a los héroes del ascenso de 1995

Retumban las campanas de la ilusión en Mérida. Si son ustedes usuarios de un famoso concurso de preguntas futbolísticas cada lunes, seguramente les sonará esta: "¿Cuál fue el primer extremeño en jugar en Primera División?". Si no lo son, puede que no conozcan la respuesta o se les vengan a la mente nombres como el Badajoz, el reciente éxito del Extremadura o, incluso, el Cacereño. Eliminados quedarían. Hace 25 años, el Mérida hizo historia en la élite del fútbol español. Ahora, año 2020, lo han querido rememorar con una equipación con la que se buscará una gesta imposible: ascender a Segunda. Por el momento, sueños aparte, el primer paso es cerciorar la permanencia en Segunda B y, por qué no, ser parte de la nueva Segunda B Pro que echará a andar tras el verano de 2021.

Se recordó la historia en un lugar mágico, el Teatro Romano, vestido con sus mejores galas para dar fuerza a uno de los proyectos fuertes de la ciudad. La primera equipación es un homenaje a aquella con la que se logró el hasta ahora mayor logro de la historia del club. Es prácticamente idéntica y, de hecho, un hincha incondicional acudió a comprar la nueva vestimenta con la camiseta de hace 25 años. La imagen ya hablará, pero si les vale como descripción, es blanca, con el nombre de Extremadura tatuado en la parte izquierda, la 'publicidad' de Mérida como ciudad patrimonio de la humanidad y con tintes verdes en las mangas. Si quieren adquirirla, pero no pueden acudir presencialmente a la tienda, estará disponible online a partir de la próxima semana por un precio de 48 euros (43 para los abonados).

Además, en la parte de atrás de la camiseta también figura el nombre de Extremadura, como señal de la unión de la Comunidad Autónoma con los proyectos deportivos de la región. La segunda equipación es de color rojo con rombos estampados en tonos negros y con los mismos símbolos que la principal. A la presentación, en el Teatro Romano, no pudo faltar, además del presidente actual y el alcalde de la ciudad, Pepe Fouto, el histórico mandatario y padre del periodista de la Cadena Cope con el que se lograron dos ascensos a Primera División en las temporadas 1994-95 y la 1996-97. Entre medias, el año del debut con los mejores: 1995. Desde entonces, han pasado 25 años, pero se mantiene el sentimiento del primer día.

Refuerzos para asentarse entre los mejores

El Mérida fue uno de los equipos a los que el parón de la competición por el coronavirus les libró de un sufrimiento asegurado. A falta de diez jornadas para la conclusión de la Segunda División B 2019-20, el equipo extremeño era 19º del Grupo IV, a dos puntos de la permanencia. La igualada parte baja de la clasificación en cuestión auguraba una final tras otra. Finalmente, Luis Rubiales abogó por suspender los descensos, lo que fue un alivio para los implicados. Sin embargo, la filosofía fue clara desde el principio: el salvoconducto federativo no haría a los clubes bajar los brazos y respirar en zona de comfort. Era el momento de preparar la siguiente temporada.

Y el club, lejos del homenaje en las equipaciones, lleva meses trabajando en ello. Mismamente, hace escasos días anunció a Fer Pina, un jugador clave en el Cornellá, que rozó el ascenso a Segunda. También ha llegado Dani García, un joven talento que arrastra goles y más goles de su etapa en la cantera del Albacete y que llegó a disputar la Youth League con el Barcelona. El Mérida también buscó 'cracks' de cantera en Cataluña, desde donde llega el central Nacho González. Álvaro Barbosa, Guille Andrés, Felipe Alfonso, Mario Robles o Erik Ruiz son otras de las incorporaciones. 

Queda así todo listo para comenzar la preparación y abordar una nueva aventura en la división de bronce. A partir del 18 de octubre se definirá el destino de un equipo que mira al futuro, pero siempre con la vista puesta a las gestas de otro tiempo. 25 años han pasado desde entonces y la camiseta no será la única reseña a observar. El resto se observarán sobre el césped y aún queda algo de tiempo para que así sea.

Una generación histórica

Otra de trivial. Extremadura fue la última Comunidad Autónoma de este país en probar en Primera División. No por no intentarlo, ya que en aquel entonces Mérida, Extremadura y Badajoz se lo habían planteado desde la base. En 1991, el club, llamado entonces Club Polideportivo Mérida, subió a Segunda División y, de primeras y para sorpresa de muchos, dio un golpe sobre la mesa. Terminó séptimo y en las dos campañas posteriores se asentó en la media tabla. En la 94-95 llegaría la explosión definitiva. Además, con un carácter ganador.

Restaban tres jornadas para la finalización del campeonato y el Mérida tenía su primer 'match ball' frente al Eibar, otro puntero con aún posibilidades de ascender. Tras el descanso, se logró gracias a un gol de Cuéllar. La ciudad se echó a la calle para brindar por algo que sigue presente en los corazones del Estadio Romano tanto tiempo después. Ahora no solo ahí, también en la ropa. Y el Teatro, como anfitrión.