Messi duda
La opción de seguir hasta final de temporada en el Barça, imposible hace una semana, gana enteros como salida al laberinto tras el archiconocido burofax.
Tras la reunión del miércoles entre el padre de Leo Messi y el presidente Bartomeu del club que certificó que las posturas de ambas partes siguen estando alejadísimas, parece que las dudas asaltan al futbolista, que comienza a ver que, tal y como dijo su padre nada más poner pie en Barcelona, su salida del club está "difícil, difícil". Tanto, que la opción de seguir un curso más en el club blaugrana hasta agotar su contrato y luego irse gratis con todas las de la ley y sin problemas ya se contempla cuando hace una semana estaba más que descartada.
La jornada posterior al primer contacto directo entre Bartomeu y Jorge Messi fue de valoración interna. Por usar un símil deportivo, tras los primeros minutos de partido, ambos equipos solicitaron un tiempo muerto para reunirse con los suyos y trazar el siguiente paso.
Por parte del Barcelona la convicción en la postura expresada por el presidente en la reunión con el padre del jugador sigue igual de sólida. El club trata de transmitir, con cierto éxito, una imagen de tranquilidad propia del que está dominando el relato. Desde el club confirmaban que no había ninguna reunión programada, pero que si les llamaban, no tendrían ningún problema en volver a sentarse a negociar bajo la premisa del pago de los 700 millones de la cláusula o renovación.
En el lado de Messi son conscientes de que se espera un movimiento por su parte. La presión mediática se centra más en los movimientos de Jorge por Barcelona y en la vigilancia de la casa del astro en Castelldefels, cercada por cámaras de televisión las 24 horas del día. Que nadie persiga a Bartomeu y que todos los medios estén pendientes de Leo y su padre demuestra cuál es la versión que interesa más.
El silencio de Messi aumenta los rumores respecto a sus dudas. Es lógico pensar que si no se pronuncia es porque no sabe aún que decir. Y en este contexto en Argentina surgió en la madrugada del miércoles al jueves la noticia de que Messi ya valoraba seriamente la idea de seguir en el Barça.
Los mismos periodistas que adelantaron la tramitación del burofax hablaron de que "en un 90 por ciento, Messi seguirá en el Barcelona".
La legión de reporteros que cada día monta guardia ante el domicilio de Jorge Messi y las oficinas de la Fundación donde trabaja le preguntaron al padre del jugador de manera atropellada si podía confirmar este extremo en un momento en el que salió a comer y Jorge contestó un "no sé" poco convincente que algunos medios interpretaron como un sí. Más dudas.
Tras pasar la mañana en sus oficinas, Jorge Messi se trasladó a primera hora de la tarde al domicilio de Leo en Castelldefels, cercado como si fuera el Álamo por cámaras de televisión y medios gráficos desde el martes.
Allí debatieron la estrategia a seguir a partir de hoy. Por la mañana, las cámaras que montan guardia pudieron ver a Leo jugando a pádel y por la tarde le visitó Luis Suárez con sus hijas.
Al mismo tiempo, volvía a crecer el rumor de que el jugador iba a pronunciarse finalmente de alguna manera rompiendo así un silencio que le está perjudicando de cara al aficionado. Tras una tarde esperando su versión, se descartó, pero parece que está al caer. Pero todo son dudas.