Entrenamiento colectivo pese al positivo de Oyarzabal
La plantilla realista se ha ejercitado con normalidad en el campo principal, pero sin utilizar el interior de las instalaciones, como marca el nuevo protocolo.
La Real Sociedad ha regresado esta tarde al trabajo en Zubieta por primera vez desde el amistoso contra el Huesca del pasado sábado y después del positivo por coronavirus de Mikel Oyarzabal, entonces el cuarto caso de la primera plantilla txuri-urdin (el quinto se ha conocido esta tarde, y ha sido el de David Silva, pero no ha tenido ningún tipo de contacto con sus nuevos compañeros). Había dudas sobre cómo sería la sesión vespertina de Zubieta, la primera de la semana. Si sería individual por precaución después del contagio conocido del capitán de la Real Sociedad, o se podría volver a las sesiones colectivas. Al final, el entrenamiento ha sido en grupo, aunque con muchas medidas de precaución, como marca el nuevo protocolo de seguridad contra el coronavirus que ha enviado LaLiga a los clubes.
Se trata de un protocolo mucho más estricto que el que se tenia hasta ahora, desde el comienzo de las pretemporadas tras las vacaciones de los jugadores, pero se permite los entrenamientos en grupo, y mezcla algo de lo que se implantó cuando se regresó a los entrenamientos tras el confinamiento en el final exprés de la pasada liga. Los jugadores de la Real Sociedad han entrenando con normalidad en el campo principal de Zubieta, haciendo todos los ejercicios que tenía previsto el cuerpo técnico dirigido por Imanol Alguacil.
Ha sido un entrenamiento colectivo más o menos normal, lo cual es algo positivo, dadas las circunstancias, para llegar en las mejores condiciones posibles a la primera jornada de liga en casa del Valladolid. Pero los jugadores de la Real no han tocado en ningún momento el interior de las instalaciones de Zubieta. Esto quiere decir que los futbolistas realistas han llegado cambiados desde sus domicilios y han accedido tras tomarles la temperatura en la entrada. Y después de terminar el entrenamiento, cada jugador de la Real ha abandonado las instalaciones sin ducharse para asearse cada uno en su casa, como se marcaba en el primer protocolo que se diseñó para la vuelta al fútbol, solo que entonces los entrenamientos eran individuales.