El mercado del Atlético: de la transición a la continuidad
El equipo rojiblanco vivió un verano de 2019 plagado de cambios. El gran objetivo de 2020 es mantener la columna vertebral sin perder ninguna pieza clave.
El Atlético tiene ante sí un verano que en nada se parece al de un año atrás. Si el de 2019 fue un mercado de fichajes plagado de cambios, con la salida de la vieja guardia de Simeone y el inicio de un nuevo ciclo, el actual pasa por la intención de mantener a las piezas más preciadas y tratar de lograr algún refuerzo en las zonas más débiles previo paso por caja de jugadores que se consideren sustituibles.
Por el momento la única venta importante ha sido la de Caio Henrique al Mónaco (ocho millones más dos en variables) y la única llegada es la de Ivo Grbic en la portería (unos seis millones) para suplir a Adán (se marcha libre). No se esperan muchos más fichajes, salvo cerrar la continuidad de Carrasco, uno de los jugadores más destacados tras el parón, algún futbolista en el centro del campo, con el nombre de Marc Roca marcado en rojo y un jugador con gol para la delantera. Para ello se tiene que agilizar la operación salida, pero siempre con la idea continuista de este año no tocar la columna vertebral.
Simeone definió como un año de transición un ejercicio 2019-20 con la pérdida de Godín, Juanfran, Filipe y Lucas atrás, lo que obligaba a remodelar prácticamente por completo la defensa, el adiós de Rodrigo tras un primer año brillante como ancla del centro del campo y la salida de Griezmann, la gran estrella y el máximo goleador rojiblanco de las últimas cinco temporadas. Un año de adaptación el que ir ensamblando las ocho piezas nuevas, nueve contando la vuelta de Carrasco en enero y que ha supuesto un quebradero de cabeza para el técnico. Los cambios en defensa por ejemplo fueron acompañados por el primer Zamora no ganado por Oblak en cinco años, el peor Pichichi en Liga desde el año 1999 (Morata con 12 goles) y un aumento drástico en los partidos acabados en empate que costaron infinidad de puntos y evitaron poder competir por algo más.
Un paso adelante
Pero ahora, con los Felipe, Trippier, Lodi, Llorente, Carrasco o João Félix completamente asentados en la metodología del Cholo, el gran objetivo es no perder a nadie de los intocables. Y por pretendientes no va a ser, ya que Oblak, Giménez, Saúl, Thomas, João Félix y compañía no paran de recibir ofertas. El Atlético se remite a sus respectivas cláusulas de rescisión, con los 120 millones del meta esloveno como barrera para el Chelsea y los 50 millones del ghanés, cifra que se pretende aumentar, que parecen espantar al Arsenal.
Para poder reforzar ese centro del campo, ya que Llorente llegó como pivote, pero ha acabado floreciendo como jugador ofensivo, y la delantera, con Morata y Diego Costa viviendo sequías goleadoras alarmantes, hay que llevar a cabo salidas. Un lateral derecho, la posible venta de Hermoso si llega alguna oferta potente, un jugador de banda (Lemar, Vitolo, Correa...) o la marcha de miembros como Diego Costa o Herrera si satisface a todas las partes podría ser esa gasolina económica para acometer fichajes.
Lo que tiene claro Simeone es que después de llevar a cabo ese año de transición, es el momento de continuar contando con un bloque sólido para poder así dar un paso adelante. Koke, Oblak, Giménez y Saúl ya han tenido que evolucionar en su liderazgo en el vestuario en un primer año sin pesos pesados como Godín, Juanfran, Filipe o Griezmann y en este año afrontan la misiva más hechos. Además, de la evolución de João Félix, llamado a ser la próxima estrella del equipo, de Lodi o de Llorente, dependerá buena parte de los éxitos del equipo rojiblanco.