La cara y la cruz de los brasileños fichados por Ronaldo
Cuatro llegaron el pasado invierno, de los que solamente dos siguen en el Real Valladolid, ambos vinculados a equipos de cantera.
El pasado invierno fue bastante productivo para Ronaldo Nazário, quien actualmente se encuentra en cuarentena voluntaria tras haber estado en contacto con un positivo por coronavirus. El máximo mandatario del Real Valladolid fue responsable más o menos directo de varias incorporaciones a sus equipos, varias de las cuales ya no se encuentran en la estructura este verano.
El caso más llamativo fue el de Matheus Fernandes, que vino a ser la solución salomónica a los intentos baldíos por reforzar el centro del campo del primer plantel. Aunque inicialmente la intención que había era que llegara un futbolista de más jerarquía y conocedor de la Liga española, el conocimiento del mercado brasilero del máximo mandatario favoreció su cesión.
El ya jugador del Fútbol Club Barcelona tardó en entrar y se vio claramente perjudicado por la pandemia que frenó en seco la temporada. Para más inri, en la vuelta a los entrenamientos dio positivo por COVID, lo que volvió a suponer un freno, así como los varios problemas físicos por los que pasó. No obstante, le dio tiempo a jugar tres partidos antes de acabar la competición, dejando una buena imagen en el primero de ellos, en el Wanda ante el Atlético de Madrid.
Por el camino, el propio presidente reconoció que sería difícil que siguiera. A día de hoy, mientras la dirección deportiva busca un mediocentro del mismo perfil que el anhelado en enero, no se contempla su retorno, también, por lo sobrepoblado de la posición, en la que Sergio González tiene consigo a nada menos que ocho futbolistas en Marbella (varios de ellos, bien sabido es, en la rampa de salida).
Pero Matheus no fue el único compatriota con el que 'O Fenômeno' se inmortalizó aquellos días. También lo hizo con Lucas Freitas, defensa central que llegó desde el Flamengo con el aval de haber sido internacional por Brasil en categorías inferiores. Se incorporó desde el principio a los entrenamientos del Promesas, aunque su debut oficial fue con el juvenil de División de Honor, con el que apenas pudo jugar unos pocos partidos. Terminada esa etapa formativa, ha comenzado la pretemporada con el filial, a fin de buscar un hueco en el plantel de Baraja.
Otro que se hizo la foto fue Gustavo Medina, como Freitas, central juvenil, aunque este no llegó en propiedad, sino cedido por Ferroviária. Aunque posó con Ronaldo el 31 de enero, el acuerdo tardó un poco más en cerrarse, siempre con la intención de que se incorporase también a un División de Honor que contaba con varios jugadores en su posición. Fue con el Juvenil B de Julio Baptista con quien fue inscrito, aunque no llegó a debutar debido a que, entre unas cosas y otras, la pandemia se le echó encima y se optó porque volviera a su país, donde jugará el próximo curso: en el Cruzeiro.
El último de los brasileros que han llegado en tiempos de Ronaldo no tiene foto aún con su presidente, o al menos no consta en sus redes sociales ni en ningún tipo de presentación hecha por su agencia de representación. Se trata de Rayan Goes, que llegó procedente, precisamente, del Cruzeiro una vez cumplió los 18 años. Al igual que los anteriores, es defensa central, y él sí llegó a enfundarse la blanquivioleta en cuatro encuentros antes de que se parase el fútbol. Ya de vuelta en España, se espera que inicie la pretemporada a primeros de septiembre a las órdenes de Baptista y que sea uno de los talentos referenciales de la cantera el próximo curso.
Fernandes, Freitas, Medina y Goes son los últimos cuatro compatriotas que el máximo accionista del Real Valladolid ha conseguido vestir de blanquivioleta, los cuatro con suerte dispar. Sin embargo, otros cuantos han sonado, comenzando por Vinicius nada más desembarcar 'O Fenômeno' en Zorrilla hasta Reinier este mismo verano, pasando por Ramón Ramos o Gregore este mismo verano o por 'Gabigol' el pasado mercado invernal. Sin embargo, por el momento, el único que defenderá el escudo pucelano esta temporada es Marcos André, apuesta personal de Miguel Ángel Gómez el pasado verano y quien tiene un hueco garantizado en los planes de Sergio González después de brillar en el Mirandés.