Conte duda de la gestión del Inter: Allegri, al acecho
El técnico deja caer su adiós tras perder en la final de la Europa League; el de Livorno, listo para sustituirle.
Antonio Conte y la banalidad viven en universos distintos. Cuando el entrenador del Inter se presenta en una conferencia de prensa, los periodistas nunca saben qué puede ocurrir. El italiano no sabe esconder sus sentimientos y tras la derrota con el Sevilla lo volvió a hacer, logrando increíblemente que el día después de la final nadie hablara del partido. "Entrenar al Inter ha merecido la pena", "habrá que mirar por el bien del club, con o sin mí", "ha sido un año muy duro y todo tiene un límite"... fueron algunas de las frases que pronunció en Sky Sport tras haber rozado levantar la Europa League.
El técnico ha vivido un curso positivo, acabando la Serie A en el segundo puesto (a un punto de la Juventus campeona) y conquistando la primera final europea del club en la última década. Sin embargo, no está contento y quiere más. Ya lo había dejado claro tras la última jornada liguera (victoria con el Atalanta) el pasado 1 de agosto: "Los 82 puntos solo son míos y de los jugadores, alguien se subió al carro y no debe hacerlo. Nos echaron mierda y solo fue para mí y los futbolistas. El club ha sido débil, no nos ha protegido".
Entre mañana y pasado, Conte se citará con la directiva para tomar la decisión definitiva. El técnico pedirá más protección y, sobre todo, inversiones en el mercado que sigan sus principios. Su coherencia la demostró dejándole poquísimo espacio a Eriksen, fichaje estrella que apenas tuvo protagonismo. Para el próximo curso ya está cerrada la llegada de Achraf, pero el club dejará claro que, considerando la crisis económica del momento y más allá del utópico sueño Messi, no podrá hacer locuras.
Separarse, de todos modos, necesitaría una larga negociación. Conte tiene contrato hasta 2022 con un sueldo de 12 millones netos y, además, durante la próxima temporada los milaneses deben seguir pagando a Spalletti (10 millones brutos). Añadir otro sueldo a estos sería excesivo para su balance, pero los nerazzurri han elegido al eventual sustituto: Max Allegri.
El de Livorno ya reemplazó a Conte en 2014 en el banquillo de la Juventus y su sueño es ganar el scudetto con los tres grandes del norte de Italia (lo hizo también en el Milán). El Inter sabe que cuenta con su sí, quiero, pero antes de llamarle debe arreglar el asunto con su actual entrenador. Steven Zhang se citará con él y lo más probable es que buscará un camino para decirse adiós. Con Antonio Conte, sin embargo, nunca hay que descartar sorpresas.