Puado y El Yamiq se despiden del Real Zaragoza y su afición
El delantero y el central han finalizado sus respectivas cesiones en el equipo aragonés y regresan al Espanyol y el Genoa, respectivamente.
Javi Puado y Jawad El Yamiq se han despedido hoy del Real Zaragoza y su afición a través de sus redes sociales. Tanto el delantero como el central marroquí han finalizado sus respectivas cesiones en el equipo aragonés y regresan al Espanyol y el Genoa, respectivamente. Puado, que llegó a La Romareda el pasado mes de noviembre tras el problema cardíaco de Dwamena, ha sido baja en el playoff de ascenso después de convertirse en uno de los jugadores clave para Víctor Fernández. Su carta de despedida dice lo siguiente:
“En noviembre me ofrecisteis una oportunidad única, inesperada y muy ilusionante. Grandes compañeros y amigos me aconsejaron que el Real Zaragoza era un club ideal para mí por el cariño de su gente y su ambición como entidad. Desde luego, no se confundieron.
En diciembre ya había sentido la responsabilidad de llevar en el pecho un escudo tan legendario como el del león. Palabras mayores.
En enero y febrero compartimos grandes fines de semana. Por cualquier rincón de la ciudad quedaba declarado oficialmente el estado de felicidad. Nuestro equipo, el vuestro, volaba por los estadios de España en busca del ansiado ascenso.
Pero llegó la fatídica primavera, la pandemia y la espera se nos hizo muy larga. Esta familia, del primer futbolista al último ayudante, lo intentó por tierra, mar y aire en unas circunstancias muy extrañas. De repente y, como todos, sin el aliento de La Romareda, acabamos en un playoff demasiado atípico.
Una temporada dura pero que recordaré siempre por las personas que convivieron conmigo: entrenadores, jugadores, asistentes, médicos, utileros, fisios, empleados y afición del Real Zaragoza. Todos me habéis hecho vivir una experiencia inolvidable y un sentimiento que perdurará por muchos años: el blanquiazul. ¡Aúpa Zaragoza!”.
El Yamiq, por su parte, llegó en el mercado de invierno cedido por el Genoa con una opción de compra obligatoria en caso de ascenso. Desde el primer partido se convirtió en un jugador imprescindible en defensa y sólo una rotura de fibras tras el confinamiento le sacó del once. Su mensaje de despedida ha sido el siguiente:
“Llevar el escudo del Real Zaragoza fue un auténtico honor para mí. Gracias afición, habéis sido siempre nuestra gran fuerza. Sois de Primera y este club histórico acabará alcanzando el sitio que se merece”.