Cambio de guardia en la capitanía
Granero se fue en enero, Víctor Sánchez y Javi López negocian su rescisión, Diego López podría acabar en el Celta y el futuro de David López es incierto.
El primero en salir fue Esteban Granero, en enero, con un Espanyol que intentaba respirar con Abelardo Fernández en el banquillo. “Estoy absolutamente convencido de que el Espanyol se salvará”, proclamó. “Tengo el sentimiento de que se queda sin terminar una tarea que asumí, que es liderar al equipo en los momentos buenos y malos. Tengo claro que es lo mejor para todos dadas las circunstancias”, comentó.
Ese “dadas las circunstancias” puede resumir las futuras marchas. A del ‘Pirata’, se unirán las de Javi López y Víctor Sánchez, quienes están negociando su rescisión con la entidad. El capitán, que renovó durante la pandemia, portaba el brazalete desde 2013, testigo de todas las temporadas del RCDE Stadium. Su futuro adiós refleja las contradicciones de la dirección deportiva, a la par que la voluntad de cambiar de un plumazo los líderes del vestuario después del descenso.
Los otros dos capitanes del equipo tampoco tienen clara su continuidad. Diego López, que también renovó por una temporada, cuenta con una propuesta del Celta que debe fraguarse y desde la dirección deportiva no tienen impedimento en su marcha. Oier Olazábal ocuparía su puesto, mientras que el gallego, que se ha rebajado el sueldo pero que sigue estando entre los mejores pagados, podría seguir en Primera en el club de su tierra. Esta operación se cocerá a fuego lento.
El último de los capitanes es David López, otro de los futbolistas con un sueldo más elevado ya que renovó al alza en 2018. El mediocentro, pretendido por el Betis aunque en las últimas semanas se ha enfriado la operación, deberá aceptar una cuantiosa rebaja salarial si quiere seguir de blanquiazul. De su voluntad dependerá liderar el proyecto en Segunda o salir como el resto de los capitanes.
La casi segura marcha de estos jugadores y las de Marc Roca o Sergi Darder, quienes tienen mercado y sus salarios tampoco se adaptan a Segunda (el de Roca sí, pero todos convergen en que lo mejor es un traspaso), deja huérfano al Espanyol de futbolistas con una trayectoria importante en la plantilla. Dídac Vilà y Óscar Melendo sería los futbolistas de la casa con más años.