...Y Monchu acabó de nueve
Cuando todos esperaban el debut de Riqui Puig, el de Matadepera se quedó esperando sentado. Quien sí salió fue Monchu, un centrocampista defensivo que acabó de delantero en una foto simbólica de la falta de efectivos del equipo.
Estaba tan cortita la cosa de suplentes en el Barcelona que, después de su tramo final de temporada, todos daban por hecho que Riqui Puig sería uno de los cambios de Setién contra el Nápoles. El asunto, además, tenía un poco de justicia poética. Riqui iba a debutar en la Champions ante el primer entrenador que lo había elogiado a nivel internacional. Después de aquel Barça-Milán jugado en California en la gira de 2018, Gattuso había dicho que el chico de Matadepera era "poesía". Pero Riqui no jugó. Calentó, eso sí, un buen rato. Porque igual que De Jong creció con el partido y Sergi Roberto estuvo notable, Rakitic parecía agotado pero a Setién le asustó quitar años de experiencia del campo, se bloqueó y sólo acertó a sacar a Monchu por un delantero, Griezmann para acabar jugando 4-4-2. Es en esos detalles donde se aprecia más la falta de convicción del entrenador y el poder de los galones en el Barça. Ya se ve hasta como normal.
Está tan corto el Barça de efectivos, y un poco más incluso el día del Nápoles por las bajas de Busquets y Vidal, que la imagen del final fue impactante para un club de mil millones de euros de presupuesto como el Barcelona. Cuando Júnior salió al campo en lugar de Luis Suárez, Monchu terminó jugando de nueve, acompañando a Messi en la delantera. Bajas como la de Dembélé, marchas como la de Carles Pérez, plantilla corta como era deseo de Valverde, planificación dudosa... El olvido de Ansu Fati, que siempre rinde y que también se quedó esperando una oportunidad. El caso es que mientras el Bayern ponía en el campo a Gnabry, Perisic, Müller y Lewandowski y tenía en el banquillo a Coutinho, Tolisso, Javi Martínez, Süle..., el Barça acababa con un centrocampista de corte defensivo como delantero.
Monchu, al menos, cumplió su sueño de debutar en la Champions. Riqui tendrá que esperar. Y veremos si puede ser en Lisboa, porque el Barça tendrá dos centrocampistas más ante el Bayern, Vidal y Busquets, que serán titulares indiscutibles. Hay dos problemáticas en el Barça que se tocan de la mano y deberían ser complementarias, pero no lo son. No hay jugadores en la primera plantilla. Y, sin embargo, el relevo nunca llega. Qué bajón para Riqui. Se repondrá.