Bale no se da por vencido
Pese a su falta de minutos en los siete últimos partidos de Liga, el galés está convencido de que tiene qué aportar en la Champions.
Gareth Bale aún no ha escrito su epílogo en el Real Madrid. Ha tenido un pie fuera del Bernabéu en varios momentos, su protagonismo en el equipo mengua cada temporada y no ha jugado ni un solo minuto de los siete últimos partidos de Liga. No marca un gol desde hace casi 11 meses (el doblete que hizo el pasado 1 de septiembre en Villarreal en la tercera jornada de Liga), pero ahora llegan el gran escenario de la Champions con un formato que magnifica su repercusión. El momento para brillar de nuevo.
La situación actual de Bale guarda paralelismos con la de hace dos años, cuando culminó la temporada con el doblete en la final de Kiev contra el Liverpool, chilena incluida. Su presencia en aquella Champions fue intermitente. Su indiferencia en el banquillo en la ida de cuartos contra la Juventus y la falta de actitud en la primera parte de la vuelta en el Bernabéu le dejaron señalado. Y condenado al banquillo en los tres partidos siguientes. Pero en Kiev, cuando todos los focos apuntaban hacia el Olímpico de la capital ucraniana, emergió el Bale más brillante. Se levantó del banquillo y luego se elevó del suelo para rivalizar con Cristiano por la foto icónica de la Decimotercera. Ya había marcado en Lisboa el gol que ponía en ventaja al Madrid en la prórroga forzada por el cabezazo de Ramos.
Esta temporada lleva 1.261 minutos, poco más de la mitad que hace dos años. Es su mínimo de participación en las siete temporadas que lleva en el Real Madrid. Las lesiones le han hecho perderse 13 partidos y en otros 16 Zidane no le ha concedido minutos. Hace ahora un año que el técnico francés expresó hace ahora un año su deseo de que Bale abandonara el Madrid con premura. "Si Bale se va mañana, mejor", dijo el entrenador blanco después del primer amistoso de la pretemporada, ante el Bayern. Una reacción coyuntural del técnico en un momento en el que se estaba negociando el traspaso del jugador al fútbol chino. La operación no fraguó y Zizou aplicó con él y con James una política de oportunidades que ninguno de los dos ha sabido aprovechar, pero en la que ha resultado más indulgente con el ex del Tottenham.
En los últimos siete partidos de Liga fue más protagonista por sus 'humorísticas' puestas en escena en la grada que por su no presencia en el césped. Al británico le ha faltado protagonismo, pero en su última aparición ante el Mallorca se mostró sacrificado en defensa y atento a las instrucciones de Zidane. Con las grandes noches de la Champions de vuelta, el galés está convencido de poder aportar aún alegrías al Madrid.