Aitor Sanz: “Era difícil pensar que podría jugar tantos partidos”
De pasarse en blanco la campaña 18-19 por una lesión a ser indiscutible en la 19-20. El capitán del Tenerife fue todo un ejemplo de tesón
La carrera deportiva de Aitor Sanz dio un giro radical en solo un año. El pasado julio fue para él una prueba para saber cómo iba a responder después de pasarse la temporada 18-19 totalmente en blanco por una lesión en el tendón de Aquiles. Y fue todo un éxito: jugó 38 partidos de Liga y dos de Copa del Rey acumulando 3.161 minutos en sus piernas.
"Antes de jugar esos primeros amistosos de la pretemporada ya notaba que la cosa iba respondiendo bien, porque no sentía ningún dolor en la zona", contó el capitán. “Nada ha sido fruto de la casualidad y sí al trabajo muy duro que hubo detrás, gracias a los servicios médicos que me han tratado, a los preparadores físicos que estuvieron encima de mí para llevar a cabo una buena recuperación, y luego mantener el tono físico”, agregó a los medios oficiales.
Desde su llegada hace siete años se ha convertido en un fijo en las alineaciones, aunque admitió que de entrada “era difícil pensar que podría disputar tantos partidos. Sabía que dejar huella en una entidad así era muy difícil, pero poco a poco estoy alcanzando unas cifras importantes de encuentros jugados, algo que para mí supone un enorme orgullo. Espero disputar muchos más porque es un club y un lugar donde soy feliz”.
Renovado por una temporada más, el mediocentro contó que le gustaría jugar durante mucho tiempo más. “Siempre he dicho que el fútbol es mi vida, mi pasión, y encima lo hago en el sitio donde quiero estar y donde me siento muy feliz, así que pondré todo de mi parte para que esa ilusión que siento se la pueda trasladar a mis compañeros, en el día a día”.
El madrileño consideró que la campaña ha sido muy peculiar. “Pude regresar a los terrenos de juego, me sentí bien físicamente y no me resentí de la lesión y por esa parte muy contento, pero es verdad que la temporada fue algo rara en el comienzo, ya que tuvimos una mala racha con Aritz López Garai, pero con la llegada de Rubén Baraja el equipo supo remontar el vuelo”.
Y justo cuando mejor empezaban a ir las cosas llegó el parón por la Pandemia, pero “el equipo supo competir, regresamos muy bien después del confinamiento y nos hemos quedado a las puertas. Creo, de verdad, que es para estar orgullosos. Particularmente pude realizar lo que más me gusta, sin dolores, y muy contento por ello”, insistió.