El Nápoles cae en un festival de penaltis
El Parma certificó su salvación batiendo por 2-1 a los sureños en un partido donde hubo tres penas máximas, dos de las cuales fueron muy dudosas.
El Nápoles perdió su segundo partido tras la reanudación de la Serie A, cayendo en el estadio del Parma en un enfrentamiento con hasta tres penaltis. La victoria certifica la salvación para el equipo de D’Aversa, mientras que el de Gattuso, ya sin objetivos (la clasificación a la fase de grupos de Europa League la selló hace un mes levantando la Copa), volvieron a dar señales negativas a nivel ofensivo, como ocurrió con Bolonia y Udinese.
Los sureños, sin Milik (sancionado) ni Mertens (tocado y en el banquillo) y con Llorente ya fuera de la lista por lesión, tuvieron que salir de inicio adaptando al Chucky Lozano de delantero centro. Los locales también hicieron rotaciones, dejando fuera del once inicial a Gervinho y Kulusevski. El calor fue el principal protagonista de la descafeinada primera mitad, en la que a los conjuntos les costó muchísimo subir el ritmo de juego.
Insigne tuvo la primera ocasión del partido y la desperdició en el área disparando contra Sepe, mientras que los Ducali rozaron el 1-0 gracias a un absurdo pase atrás de Allan, que Karamoh no aprovechó perdiendo el mano a mano con Meret. El Parma, sin embargo, consiguió irse al descanso con ventaja gracias a un muy dudoso penalti debido a un ligero contacto entre Mario Rui y Grassi, realizado por Caprari.
El empate llegó nada más comenzar la segunda parte, con otra pena máxima, la número 169 de este campeonato. Nunca se habían pitado tantas en el Calcio, y eso que aún faltan tres jornadas. En este caso llegó por un disparo de Fabián que golpeó a Grassi en el brazo, situación que con la nueva interpretación del reglamento causa penalti prácticamente en automático. Insigne la lanzó y esta vez batió a su amigo Sepe.
En el tramo final del encuentro dieron emoción los duelos entre Kulusevski, que disputó la última media hora, y Koulibaly. En uno de esos, el sueco cayó en el área forzando otro penalti, que también causará mucha polémica. Lo lanzó él mismo, firmando el tanto de la victoria. Los de Gattuso buscaron el empate hasta el pitido final, sin suerte ni puntería: habrá que ver si su bajada de rendimiento es debida a falta de estímulos o de energías. El segundo caso sería una muy buena noticia para el Barça.