NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

INGLATERRA | ARSENAL

"Vergonzoso. Un niño de 7 años no caería en esa trampa"

La hinchada gunner se ceba con Aubameyang después de que Mings distrajese al capitán 'gunner' para desmarcarse y servir a Trezeguet el único tanto del choque.

Actualizado a
Pierre-Emerick Aubameyang.
RUI VIEIRAPool via REUTERS

Mikel Arteta intenta enderezar el rumbo del Arsenal, pero no paran de crecerle los enanos. Cuando parecía que las aguas se habían calmado tras la victoria ante el City en las semifinales de la FA Cup (2-0), el protagonista de ese choque, Aubameyang lo decidió con un doblete, se ha convertido en antagonista de la visita a Villa Park. El Aston Villa necesitaba la victoria para respirar y agarrarse a la Premier League y, para ello, todo vale. Hasta una broma a modo de distracción en el momento adecuado. Si no, que le pregunten al gabonés.

En la jugada del único gol del partido, marcado por Trezeguet tras remachar un cabeceo de Mings, se puede observar como este último charlaba distendidamente con el capitán gunner para, momentos antes de que el balón se pusiera en juego, decirle algún chascarrillo que hizo reír a Aubameyang. Este perdió la marca y el resto es historia. Victoria villana y humillación del delantero ante su afición.

"Vergonzoso". "Un niño de 7 años no caería en una trampa así". "Creía que lo había visto todo cuando los futbolistas intercambian camisetas con el rival en el descanso de un partido. Cuando pensaba que no se podía ser menos profesional... Es una pena que Roy Keane no fuese uno de los protagonistas hoy". "Jugar para el Arsenal gira en torno a llevarse golpes. Es embarazoso". Esta son sólo algunas de las perlas que la parroquia gunner dedicó a su capitán y al equipo. Con esta derrota, el Arsenal dice adiós a sus opciones de jugar competición europea la próxima temporada. Al menos, a través de la competición liguera. Queda la FA Cup, competición a la que Mikel Arteta debe agarrarse si no quiere que el runrún se instale en todas las conversaciones que giren en torno a su figura.