Termina el periplo más agridulce de Voro
El valenciano ha dejado al equipo en el puesto más alto de todas las veces que ha tenido que hacerse cargo, pero las sensaciones han sido muy malas.
Salvador González 'Voro' puso punto y final a su sexto periplo al frente del Valencia tras la derrota frente al Sevilla que dejó al Valencia fuera de los puestos europeos. El valenciano abandonó así las riendas de un equipo que cogió con cierto resquemor en plena crisis y cuyas sensaciones no ha podido mejorar no solo por razones deportivas, sino por todo el ruido extradeportivo que ha rodeado a la entidad las últimas semanas.
Lo curioso de este paso de Voro como entrenador che es que ha dejado al equipo en la mejor posición de todas las ocasiones que ha dirigido al plantel en cinco partidos o más. Porque en 2008, cuando estuvo al frente del equipo en diez partidos, el Valencia terminó LaLiga en décima posición. En la temporada 2016/2017, fueron 26 los encuentros en los que estuvo al mando y acabó en posición decimosegunda. Y este curso, con seis partidos al frente (dos victorias, un empate y tres derrotas) ha dejado al club noveno cayendo a las puertas de entrar en Europa.
El problema es que ese 'mejor puesto' con Voro al frente no ha ido acompañado de buenas sensaciones, más bien al contrario. Porque sobre el campo el equipo no ha logrado levantar anímicamente, al equipo lo que era el principal objetivo del técnico cuando llegó. Fuera de él, la llamada de Anil Murthy a los agentes de futbolistas capitales en la entidad solo han hecho que alimentar la tensa atmósfera. En el vestuario el ambiente ha seguido tan tenso, que hasta el día de hoy ningún futbolista ha publicado en sus redes sociales algún mensaje de despedida de la temporada. Y en la relación con los aficionados, entre ruedas de prensa en las que el de L'Alcudia no ha podido dar respuesta a todas las preguntas que rodean al club y que la entidad únicamente publicó un tuit ayer como colofón al curso sin hacer ningún tipo de comunicado extra, no se ha mejorado la imagen.
Termina el (pen)último periplo de Voro y como él bien dice siempre "ojalá no se repita". Y está en lo cierto porque ni a él le gusta ocupar el cargo, y hacerlo implica que las cosas van mal para los de Mestalla.