16 años después, el Oporto no olvida el feo de Scolari a Baia
En el decimosexto aniversario del premio a mejor portero de la UEFA que recibió el portugués, los 'dragones' han recordado que el brasileño no le llamó para la Euro 2004.
El 19 de julio de 2004, Vítor Baía era condecorado por la UEFA con el premio a mejor portero de la temporada 2003-04. El meta venía de ganar la final de la Liga de Campeones (2-0) con el Oporto de José Mourinho a un Monaco entrenado por Didier Deschamps y que contaba con Morientes, pichichi de la competición (nueves goles), en sus filas. El éxito de los dragones venía en un año señalado en rojo en el calendario de la Federación portuguesa, ya que la Eurocopa del 2004 se disputaba en el país vecino y pocos esperaban una decisión que, 16 años después, sigue trayendo cola: Luiz Felipe Scolari no convocaba a Baía para el torneo.
La ausencia del autoproclamado "mejor portero portugués" de la historia no gustó en el Oporto y ahora, con motivo del decimosexto aniversario de lo arriba descrito, mandan un recado a Felipao en el boletín Dragões Diário: "En este día, en 2004, Vítor Baía recibió el premio al Mejor Portero de Europa de la UEFA. Pero el seleccionador nacional en ese momento, Luiz Felipe Scolari , tuvo el descaro de no convocarle para la Eurocopa celebrada en Portugal. Simplemente tenía que convocar a la base que había sido campeona de Europa con el Oporto y dejarse inventos...".
Después de contextualizar y mandar el primer recado a Scolari tiran de sorna para cerrar la publicación: "Lo que es la historia, como sabemos, es la victoria de Grecia en la final de la Euro 2004". En una de las mayores sorpresas que se recuerdan en los torneos internacionales, el aguerrido equipo llegaba contra todo pronóstico a la final contra una Portugal que cantaba victoria antes de la final del 4 de julio del Estadio Da Luz. Charisteas marcaba el único gol del partido a un Ricardo Pereira que ocupaba la portería nacional en detrimento del que sería nombrado mejor portero de Europa apenas dos semanas después. El destino fue cruel con Portugal y con Scolari, al igual que él lo fue con Vítor Baía y ahí ha estado el Oporto para recordarlo.