Anhelo de Segunda
Castellón y Logroñés se juegan el ascenso en una final de campeones (22:00 horas). Juanto Ortuño y César Díaz retan la fiabilidad riojana.
Los viejos recuerdos y el anhelo de Segunda invaden al Castellón y a la Unión Deportiva Logroñés. Llegó el gran día para dos campeones de grupo que hace mucho que por sus estadios no pasa el fútbol profesional. Castellón y Las Gaunas, a cientos de kilómetros de La Rosaleda, esperan despiertos el ascenso de sus equipos. Sólo uno de ellos tocará el cielo en la final de Málaga.
Cuatro meses después de su último partido, con pandemia incluida, Castellón y Logroñés están ante su gran día. Hay nervios. Muchos. Pero también hay ganas de que llegue este noche para plasmar sobre el césped todos esos sueños y deseos que barruntaban por la mente de dos plantillas compactas y sólidas durante el confinamiento.
El Castellón quiere volver a Segunda tras una década en el infierno, con siete años en Tercera incluidos. La UD Logroñés es mucho más joven y disputa un nuevo playoff tras el intento fallido del año pasado. Sin embargo, Las Gaunas lleva dos décadas sin disfrutar del fútbol profesional. Ya toca, piensan en una ciudad con gran tradición futbolera. Lástima que La Rosaleda esté vacía porque Castalia y Las Gaunas habrían reventado con esta final.
El Castellón llega con la moral por las nubes. Óscar Cano resucitó a un equipo que estuvo a un paso de descender a Tercera la temporada pasada y ahora lo ha llevado a las puertas de Segunda. El conjunto albinegro lo fía todo a su dupla atacante. Juanto Ortuño y César Díaz son la amenaza del Logroñés. Entre los dos puntas del Castellón, han marcado 17 dianas. Lo de Ortuño es de récord porque desde que llegó en enero ha anotado siete dianas en nueve partidos. El murciano busca su gol más importante, consciente de que lo hecho hasta ahora está bien pero le falta rematar la faena. "Tengo mucha confianza en mis chicos", afirma Cano antes del gran duelo y de dar a conocer un once que debe esconder pocas sorpresas.
El Logroñés no tiembla porque si destaca por algo es por su fiabilidad, por su traje de competidor nato que le permitió mandar con autoridad en su grupo (13 puntos le sacaba al segundo). El equipo rojiblanco ha perdido sólo dos partidos, pero hoy se la juega sin red si quiere entrar en Segunda por la vía rápida.
"No vamos a decepcionar a nadie". La reflexión es de Sergio Rodríguez, el técnico del Logroñés y uno de los puntales del proyecto riojano tras coger las riendas del equipo hace más de tres años. Sergio es un hombre de la casa que busca el gran salto en el club de sus amores. El técnico también cuenta con un killer: Ander Vitoria, autor de diez dianas. Sus dudas pasan por encontrarle un recambio al sancionado Errasti. Sólo un pequeño problema en una final que dejará a un equipo en Segunda.