Óscar Cano, el despertador de un histórico como el CD Castellón
“Sé que no estábamos invitados a esta fiesta del ascenso, pero sabía que si la grandeza externa que tiene el Castellón la hacíamos también interna, podíamos ser imparables”.
Óscar Cano (Granada, 1972) llegó CD Castellón en diciembre de 2018. El equipo era colista, con 13 puntos en 16 jornadas, y por el banquillo de Castalia habían pasado ya dos entrenadores. Óscar, con dilatado pasado en la categoría de Segunda B y también en Segunda con el Salamanca (2010), se ponía de nuevo el traje de entrenador tras pasar por los despachos de la Cultural Leonesa, donde era director deportivo, y una experiencia de vida en Qatar, donde llevó las riendas de la selección Sub’19 tras recibir la llamada de Roberto Olabe.
En sus seis primeros meses por Castellón, Óscar y sus pupilos salvaron sin necesidad si quiera de promoción la categoría, sumando 31 puntos en 22 jornadas. Solo un año después, el Castellón, con parecida plantilla, peleará contra el Logroñés, otra plaza histórica del fútbol en España, por el ascenso a Segunda División. “Sé que no estábamos invitados a esta fiesta, llegar a pelear por el ascenso era algo impensable en verano, pero con ilusión y trabajo hemos llegado y ya que estamos aquí…”. A la fiesta se colaron con la plantilla con la edad media más joven de los cuatro campeones de grupo (Logroñés, Baleares y Cartagena) y en parte gracias a los once partidos que dejaron su portería a cero.
El CD Castellón llegó al parón por el confinamiento como líder del Grupo III, posición que había ocupado en 7 de las 28 jornadas que pudieron disputarse. Ello en un grupo copado por el talento de filiales como los del Barcelona, Villarreal, Espanyol, Levante o Valencia y de clubes punteros como Sabadell, Cornellà o Lleida e históricos venidos a menos como el Hércules. “Si yo estuviera en la posición de otros clubes, también estaría protestando” comenta sin titubeos Óscar en relación a la decisión que tomó la RFEF de dar por válida la clasificación del momento en el que se declaró el estado de alarma. Pero, a renglón seguido, recalca: “No nos consideramos ilegítimos campeones ni tampoco creo que es injusta la decisión que se tomó, íbamos primeros y se habían disputado ya 28 jornadas”.
Óscar tiene la ocasión de lograr su primer ascenso como entrenador. Lo hizo con la Cultural Leonesa (2018), aunque en su faceta de director deportivo. Ahora espera con el Castellón lograr la hazaña que se quedó a las puertas de conseguir cuando era entrenador del Poli Ejido. Fue el Barcelona B que entrenaba Luis Enrique el que le eliminó por el valor doble de los goles (3-3 y 1-1). En aquel filial azulgrana militaban, entre otros, Bartra, Sergi Roberto, Thiago, Nolito y Jonathan Soriano. “A mis jugadores les digo que el primer premio es llegar hasta aquí, porque solo lo hacen los 16 mejores de 80 equipos y nosotros lo hemos hecho como uno de los cuatro campeones, ello nos permite tener dos oportunidades para colocar al Castellón donde su historia dice que tiene que estar”.
El CD Castellón, fundado en 1922, ha militado en su historia 11 temporadas en Primera y 37 en Segunda. Pero su grandeza no se gestionó de un tiempo a esta parte como debiera y en 2016 estuvo al borde de la desaparición por una deuda de poco más de 300.000 euros. “Cuando uno ve 14.000 personas en Castalia cada domingo, cuesta creer que este club haya estado siete años en Tercera”, confiesa un entrenador que otorga el valor del éxito conseguido a sus futbolistas: “El primer día que entré al vestuario y vi las miradas de los chavales, me di cuenta que con trabajo se podrían conseguir grandes cosas con ellos; todo lo bueno que nos ha pasado ha pasado conmigo, no por mí”. Él y sus jugadores echarán mucho de menos el calor de Castalia. “Castellón es un sitio especial, una ciudad volcada con su equipo; a los jugadores les dije: ‘Si ese espíritu externo lo logramos hacer interno… podemos ser imparables”.