Rubén Castro, el MVP de junio, suma y sigue
El ariete de 39 años volvió a marcar ante el Mirandés para seguir firmando un final de temporada extraordinario.
Las Palmas, con esta última victoria ante el Mirandés, ha terminado de sellar la permanencia con 53 y tiene el playoff a solo tres puntos, a falta de dos jornadas. Las opciones son remotas, pero esto es fútbol. Para haber llegado a este oasis de tranquilidad, el gran artífice ha sido un Rubén Castro, nombrado MVP de junio, que ya es el máximo goleador amarillo de la temporada con 11 goles, superando los diez de Jonathan Viera.
'El Moña', ha sido clave en esta recta final y en solo nueve partidos desde la reanudación ha anotado seis tantos, para dar cuatro victorias a los amarillos.
El primero de ellos fue ante el Almería (0-1), con el que se consiguió romper el maleficio que arrastraban los de Mel de 12 jornadas sin ganar, desde aquella victoria en Elche (2-3), en el mes de diciembre, lo que supuso una inyección de moral extraordinaria para la plantilla.
Posteriormente, anotaría también la jornada siguiente ante el Lugo (1-0), en el Estadio de Gran Canaria. Dos jornadas más tarde, frente el Elche (1-1) también volvería a mojar y en la victoria a la Ponferradina (3-0). Después, con su tanto en Oviedo (2-1), no pudo evitar la derrota de los insulares, pero este último encuentro volvió a ser decisivo para marcar el penalti de la victoria ante el Mirandés (1-0) y conseguir así que los amarillos estén tranquilos en la clasificación a falta de dos fechas.
Sus números de esta temporada son espectaculares, con 11 goles en 22 partidos, a pesar de estar de baja más de tres meses, por una lesión en el tendón semimembranoso derecho, y costarle volverse a poner en forma allá por el mes de enero en su regreso a la dinámica de partidos.
Para entender este magnífico promedio, solo hay que comprobar que la temporada pasada disputó 41 partidos y marcó 15 goles, por lo que este año, con lesión incluida, se ha superado y aún quedan dos jornadas por disputar y podría incrementar su cifra.
Las críticas por su edad, por lo tanto, quedan estériles a tenor de los números y su gran rendimiento, teniendo que cuenta que ha jugado prácticamente todo el año en solitario en la punta de ataque ante la deficiente planificación deportiva y ha tenido que asumir el mando anotador, tras la marcha de Jonathan Viera en diciembre.
Sin duda, el isletero tiene cuerda para rato y, como diría Miguel Ríos “los viejos rockeros nunca mueren”.