1x1 del Celta: Sin Murillo es lo que hay
Partido para olvidar de los cinco zagueros titulares. A la falta de gasolina se sumaron las extrañas decisiones tomadas por Óscar. Villar cumplió con creces.
Iván Villar: La portería no va a ser el principal problema en los dos partidos que faltan. Evitó con tres buenas paradas que Osasuna le diera antes la vuelta al marcador. Solo dudó en una acción que decidió despejar de puños. No se complicó con los pies.
Hugo Mallo: Arrollado por Estupiñán. Ni supo ni pudo frenar las subidas del carrilero local. Asfixiado desde antes del descanso y perdido cuando Óscar adelantó su posición con la entrada de Kevin. Acabó jugando de lateral izquierdo.
Aidoo: Una ruleta rusa en defensa. Sus despejes de cabeza se convirtieron en asistencias para los atacantes de Osasuna. En el primer gol local intenta recuperar la posición andando. A su favor hay que señalar que fue el único defensa capaz de sacar algún balón jugado.
Araújo: Sin Murillo se le vieron las costuras. Muy lento cuando tuvo que defender a campo abierto. Óscar admitió en la sala de prensa que el mexicano dio la sensación de estar fatigado desde la primera parte, pese a no haber jugador ante el Atlético el pasado martes.
Jorge Sáenz: Quizás haya disputado sus últimos minutos como celeste. Perdió los duelos aéreos y, como es habitual, se cargó con una amarilla innecesaria muy temprano. Tampoco le ayudó que Óscar modificara su posición antes del gol de Mina, situándolo como ‘falso mediocentro’. Sustituido al descanso.
Olaza: Impreciso y sin gasolina. Pocas veces acertó con el balón en los pies, ni en su especialidad que son los centros. Solicitó el cambio a Óscar porque no podía más.
Okay: Incómodo. Le costó tomarle el pulso al partido y mejoró algo con la entrada de Bradaric. Disfrutó de una buena opción para disparar desde el balcón del área y le salió un churro al trastabillarse.
Beltrán: Solo corrió, aunque eso ya es bastante en este equipo. Cuando no pudo más y Óscar lo cambió, el bajón físico del Celta fue alarmante. Disparó a las nubes en una acción de estrategia en la que recibió libre de marca en la frontal.
Rafinha: Aportó claridad durante 20 minutos, después se apagó. En el tanto céltico marcó los tiempos a la perfección esperando a que Aspas saliese de fuera de juego. Una vez sustituido por agotamiento, los célticos no supieron atacar.
Aspas: Recuperó su mejor versión. Asistió a Mina en el gol y le metió un pase de lujo en profundidad que su compañero no logró aprovechar. Cargó a los dos centrales de Osasuna con tarjetas. Gran despliegue.
Mina: Gol y trabajo. Pudo marcar un segundo tanto, pero optó por una definición muy compleja. Sacrificado en defensa, también despejando balones aéreos en acciones a balón parado.
Nolito (relevó a Jorge Sáenz): Efecto gaseosa. Entró al descanso e impuso su calidad en sus primeras intervenciones. Desapareció a los 20 minutos. Arrasate lo anuló quitando a Roncaglia y metiendo a Nacho Vidal como lateral.
Bradaric (sustituyó a Rafinha): Cara y cruz. Tirándose milagrosamente al suelo impidió que Arnaiz marcara con el pie, pero el delantero de Osasuna le ganó la partida de cabeza en el 2-1. No consiguió que el Celta se hiciera con el mando en la medular.
Kevin (entró por Beltrán): Tampoco pudo con Estupiñán. Se colocó por detrás de Mallo, formando un doble lateral, pero ni así los pupilos de Óscar cortaron la sangría de la banda derecha.
Juan Hernández (reemplazó a Mina): Perdido. Alternó la posición de extremo diestro con la de punta y en ninguna de las dos entró en juego.
Brais (relevó a Olaza): Incomprensible que no compareciera antes sobre el césped. Tras haber sido de los má destacados contra el Atlético, Óscar metió al mosense en el minuto 85. En el primer balón que tocó puso un magnífico pase a la espalda de la defensa rojilla.