¿Qué fue de Kezman? El Bota de Plata que llegó seco al Atlético
Sus inicios en el PSV le señalaron como un delantero de época, pero no se sostuvo. Jugó un curso en el Atlético. Su imagen a los 41 años ha causado sensación.
Mateja Kezman salió de Eindhoven con su nombre marcado en rojo para convertirse en uno de los grandes delanteros de la primera década del siglo XXI. Sus números le avalaban, con la brutalidad de haber conseguido 129 goles en cuatro temporadas en el PSV, un promedio de más de 32 tantos por curso en el conjunto neerlandés con una Bota de Plata en su haber. Sin embargo, desde su llegada al Chelsea no pudo cubrir las expectativas. Pese a eso hizo carrera cambiando constantemente de equipo, pasando por Inglaterra, España, con un año en el Atlético, Turquía y Francia antes de ir poniendo rumbo a destinos más orientales, hasta acabar su carrera en Hong Kong en 2012 después de convertirse en el único jugador en ganar la liga en seis países diferentes. Ahora, ha sorprendido al mundo del fútbol por sus últimas fotografías, con un aspecto muy alejado de su etapa de jugador pese a tener solo 41 años.
Desde niño ligado al fútbol, Mateja Kezman (Belgrado, Serbia; 12 de abril de 1979) comenzó a jugar ya a los siete años en el FK Zemun de su Belgrado natal, donde su padre Zlatko Kezman ejercía como portero. Un balón que le ayudó a abstraerse de los conflictos militares que se vivían en la zona. Posteriormente, tras una década en el club, dio el salto al Radnicki Pirot, comenzando a dejar patente su olfato goleador. En su debut en el primer equipo en la temporada 1996-97 hizo 11 goles en 18 partidos, despertando el interés de los grandes equipos de su país. Jugaría con el FK Loznica y el FK Sartid en la Primera División yugoslava antes de dar el salto al poderoso Partizán. Tras un primer año de aclimatación (8 goles), en la temporada 1999-00 llegó la consagración de Kezman, poniendo su nombre en el radar del fútbol europeo. El punta hizo 35 goles en 41 partidos, llevando al PSV holandés a adelantarse a todos sus competidores pagando 14 millones por él, cifra altísima en aquel verano y que le situaba como fichaje más caro de la historia del club (el pasado verano le adelantó Bruma, pero sigue siendo el segundo).
Explosión en el PSV, con intento de secuestro incluido
Una inversión que no tardó en rentabilizar. En la Eredivise, Kezman se destapó como un delantero colosal. Rápido en el desmarque al espacio y muy certero en la definición, dejó cuatro temporadas de escándalo. Goles de todos los colores, de vaselina, de ratón de área, de cabeza, buscando la escuadra contraria, usando la zurda sin complejos cuando era necesario y mostrándose especialmente mortífero en el mano a mano. Así logró 31 goles en su primera temporada, 20 la siguiente, 40 la 2002-03 y 38 la 2003-04. Ese año mágico en 2003 (nombrado mejor jugador de la liga) le llevó a acabar segundo en la clasificación de la Bota de Oro por detrás del holandés Roy Makaay, que con 27 goles en Liga con el Deportivo hizo ocho menos que el serbio, pero el coeficiente de la liga holandesa de 1,5 puntos por gol respecto a los 2 de LaLiga le dejó sin la distinción individual.
Un año 2003 donde un hombre de 59 años de origen serbio fue detenido en la ciudad holandesa de Arnhem, lugar en el que residía, tras mantener contactos con círculos criminales de la antigua Yugoslavia para secuestrar a Mateja Kezman. Algo que provocó que el delantero y su familia se viesen obligados a tener que vivir durante una época con protección las 24 horas del día. En el verano de 2004 a los 25 años llegó su momento de salir tras sumar dos títulos de liga y finalizar tres veces como máximo goleador de la competición, formando una fantástica delantera con Arjen Robben apodada 'Batman y Robben', ya que el superhéroe era el sobrenombre del punta.
El Chelsea, que acababa de traer a Jose Mourinho a su banquillo, agasajaba al técnico portugués con el delantero de moda. “Estamos muy contentos del acuerdo al que hemos llegado con el PSV por Mateja, que es uno de los mejores delanteros en Europa y será una pieza fundamental para nuestro equipo” explicaba Peter Kenyon, el director ejecutivo del equipo londinense. Sin embargo, su camino con los blues no fue para nada el soñado. No tuvo nada que hacer en su competencia con Didier Drogba por ser el punta titular y tan sólo militó una temporada en la plantilla, disputado 23 partidos en la Premier, aunque sólo seis de ellos de titular y marcando cuatro goles, a los que añadió otros tres en el resto de competiciones.
Compañero de Torres
Un verano después, en 2005, el Atlético apostó por el delantero de 26 años pagando unos seis millones para intentar conseguir una pareja para Torres que le ayudase a sustentar los números anotadores del equipo, algo que no había conseguido Demis Nikolaidis y que tampoco pudo lograr el serbio. En total anotó 10 goles, 8 de ellos en Liga, donde sí supo elegir los rivales. Uno al Barcelona para ganar por 2-1 en el Vicente Calderón y otro al Real Madrid en el Santiago Bernabéu con un precioso taconazo que no sirvió para puntuar.
Poco acierto de cara a puerta de un delantero con mucho carácter y que sí mostró implicación por el equipo. Una rotura de menisco obligó a Kezman a parar, pero lo que en principio iban a ser unos dos meses de baja lo aceleró hasta perderse menos de tres semanas arriesgando pese a que a final de curso le esperaba el Mundial. Finamente el Atlético no llegó a Europa, ya que, si Kezman no estuvo bien, Torres tuvo su peor temporada de cara a puerta en Primera (13 tantos) de su primera etapa en el club. Por este motivo el equipo rojiblanco decidió dar un nuevo volantazo en busca de un delantero de nivel. Y ahí llegó el Kun Agüero, que recogió el ‘10’ que había portado Kezman (titular en 28 de sus 30 apariciones en Liga) y le obligó a buscar nuevo destino.
Este lo encontró en Turquía, en un Fenerbahçe en el que se vio al mejor Kezman fuera de la Eredivisie, quizás por recuperar una pizca de esa confianza tan necesaria en su juego. Antes había encabezado a la selección de Serbia y Montenegro en el Mundial de Alemania (en la fase de clasificación marcó el gol del empate contra España en el Vicente Calderón), pero tras caer contra Holanda (0-1), fue expulsado por roja directa en el encuentro contra Argentina (6-0) que dejó a su selección sin opciones de pasar de fase. Fue su último partido como internacional, una faceta donde había comenzado defendiendo la camiseta de Yugoslavia en el año 2000 para pasar en 2003 a jugar como Serbia y Montenegro. Volviendo al club turco, consiguió 30 goles en dos temporadas y se ganó el cariño de una afición muy pasional.
Trotamundos
De Turquía volvería al foco europeo con una cesión al PSG, inicialmente de una temporada, pero que se convirtió en traspaso después de que el club francés ejerciese la opción de compra tras haber hecho 8 goles en 35 partidos. No tendría tanta suerte en la segunda campaña (solo dos tantos), hasta salir a otra liga nueva, la rusa para jugar cedido en el Zenit (10 partidos y dos goles). El trotamundos Kezman todavía jugaría unos meses de vuelta en el PSG, para rescindir contrato y marcharse al South China. También probaría brevemente la liga bielorrusa en el BATE Borisov antes de volver al equipo de Hong Kong donde colgó las botas en 2012 con solo 33 años.
Desde su retirada, Kezman se salió del foco, pero siguió muy metido en el mundo del fútbol. El exdelantero, comenzó a representar futbolistas, principalmente de su país. Así empezó a ejercer como agente de Milinkovic-Savic, un futbolista que creció hasta convertirse en la estrella del Lazio llegando a ser vinculado seriamente al Real Madrid en el año 2018. El internacional serbio, nacido en España mientras su padre Nikola Milinkovic jugaba en Lleida, fue la sensación en la Serie A de aquella temporada y el propio Kezman reconoció un “interés por él, comenzando desde los grandes clubes de España, Inglaterra, Italia o Francia”. En aquel momento vaticinó que “Sergej tiene potencia para ser el mejor jugador de Europa en los próximos años”, aunque por el momento se mantiene en el club romano.
Ahora Kezman ha vuelto a ser noticia por su aspecto físico, una barba larga plagada de canas a sus 41 años. Un exjugador que no llegó a cumplir las expectativas que generó en sus inicios, pero que puede presumir de un palmarés con títulos casi en cada sitio en el que jugó (liga serbia, dos ligas y tres supercopas holandesas, Premier League y Community Shield, liga turca, copa francesa, liga y copa en Hong Kong y liga bielorrusa).