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LAS PALMAS 3-PONFERRADINA 0

Las Palmas llega a tiempo

Rubén Castro y Narváez firman la victoria insular en el segundo tiempo tras el dominio de la Ponferradina en el primero. El 3-0, engañoso.

Rubén Castro y Narváez firman la victoria insular en el segundo tiempo tras el dominio de la Ponferradina en el primero. El 3-0, engañoso. Iván Rodríguez pudo hacer el 0-1, pero se encontró con el larguero.

Nunca es tarde si la dicha es buena. Que se lo pregunten a Las Palmas, que resurgió en el segundo tiempo, arrinconando por momentos a una Ponferradina que no hizo efectivo su dominio en el primero. Los bercianos suman la tercera derrota consecutiva mientras que los muchachos de Pepe Mel alcanzan la mágica cifra de 50 puntos para aquellos que anhelan la permanencia.

Esta estrambótica recta final de temporada, en pleno julio y a contrarreloj, con los equipos dos meses parados, ha impregnado de tedio casi todo lo que toca. Así, la primera parte del duelo Las Palmas-Ponferradina fue un castigo aderezado con el insípido látigo de dos equipos muy poco atrevidos. Con cierta timidez empezó dominando el equipo de Bolo, en el que por primera vez coincidieron, en el equipo titular, los tres bercianos del equipo: los hermanos Valcarce y Saúl. De hecho, el primer disparo a puerta fue obra de Iván Rodríguez en el minuto 11, pero su flojo disparo no le supuso mayor esfuerzo a Josep.

Las Palmas se encomendaba, o por lo menos lo intentaba, a la amplitud por banda de Álvaro Lemos, el nervio de Varela y la infinita clase de Pedri, impropias sus hechuras de futbolista grande para sus escasos 17 años. Sin embargo, la formación grancanaria estaba enredada en la tela de araña de la Ponferradina, a quien parecía bastarle con maniatar el juego ofensivo de su rival, ofreciendo casi nada en ataque el equipo leonés, para sentirse cómoda en el partido.

Sin embargo, como esperando una acción aislada, la primera ocasión de peligro, bien entrado el partido, llegó por el costado izquierdo del ataque insular, donde Dani Castellano regresaba a la titularidad a un gran nivel tras superar un periodo lesionado de más de ocho meses. Así, una excelente internada del gemelo en el área de René acabó con un milimétrico pase de la muerte a Rubén, cuyo flojo remate lo sacó bajo palos Manzanara. Corría en el minuto 36, y uno después un acelerado Ivi fue sustituido por Omar Ramos.

Como queriendo impartir justicia, apenas unos milímetros le faltaron a la Ponferradina para marcharse al descanso ganando el partido. Un centro de Iván Rodríguez, destinado a Kaxe, se acabó estrellando en el larguero de un despistado Josep poco antes, minuto 43, de que finalizara este tedioso primer tiempo.

En este punto de la temporada cobra todavía más importancia la intensidad en el juego, con las fuerzas físicas justas en cualquier equipo. Consciente de ello, Las Palmas quiso darle una marcha más, tampoco parecía muy difícil, a su cansino ritmo de juego. No es que generara mucho peligro, pero se hizo irremediablemente con el control del partido. Fue paciente pero incisiva, o al menos lo intentaba, términos del todo compatibles. Así, una nueva internada de Dani Castellano acabó con un delicioso pase al hueco a Rubén Castro, que le ganó la posición a Trigueros. El penalti ni se discutió, y el menudo delantero grancanario hizo el 1-0 desde los 11 metros, su cuarto gol, todos los de la Unión Deportiva tras el parón, en el minuto 70. Uno después fue sustituido por Galarreta.

En cualquier caso, los locales fueron a marcar un segundo y definitivo gol ante una Ponferradina que nada parecía hacer por remontar. En el minuto 80 Benito estuvo cerca de sorprender a René con una lejano lanzamiento de falta, y cuatro después Kirian no llegó de milagro a un envenenado centro, otro más, de Álvaro Lemos.

La sentencia llegaría ya en el descuento, cuando una falta botada por el tinerfeño Omar Ramos acabó en una estupenda contra de su paisano Pedri, que volvió a exhibirse especialmente en el segundo tiempo, quien le dejara en bandeja a Narváez el 2-0, que después aprovechó otro excelente pase de Álvaro Lemos para hacer un doblete y dejar, en lo alto del EGC, un engañoso 3-0 y darle a Las Palmas los 50 puntos que, en teoría, garantizan la permanencia. Todavía más arriba, Sonia Rodríguez se llevó una gran alegría, con sus vistas privilegiadas que les he contado estos días. Desde allí sigue luchando y dando ejemplo. Ella se merecía este triunfo más que nadie. Otra estrella que iluminó la victoria grancanaria.