La ilusión de Jony se cuela esta tarde en el funeral del Racing
Los cántabros descienden seguro si no ganan y podrían hacerlo, incluso ganando, si puntúan Alba y Oviedo. El Elche busca aprovecharse de un rival hundido.
Cuatro años cruzando el desierto de la Segunda B para solo 13 meses después volver a pisar la arena (o la hierba artificial, que casi es peor). Esa es la historia de un Racing que atraviesa su década más negra. La resaca de las fiestas de Piterman, Alí Sied y satélites está siendo muy dura. Va para el noveno año sin catar el fútbol de Primera..., y subiendo. Si hoy los de José Luis Oltra no son capaces de ganar, y no lo hacen en su estadio desde hace siete meses, serán matemáticamente equipo de Segunda B. Incluso si, por esas cosas del fútbol, suman los tres puntos dependerán de que no puntúen el domingo Albacete u Oviedo para poder alargar la agonía unos días más (sigue el partido en directo en As.com).
La visita de los ilicitanos llega a Santander por sorpresa, tanto que la palabra Elche no salió, ni en las preguntas ni en las respuestas, en la rueda de prensa previa al choque de José Luis Oltra. La batalla en el racinguismo ahora es otra. Por ejemplo, La Gradona de los Malditos ha convocado una protesta en torno al estadio a la hora en la que está previsto que termine el partido.
Ocho bajas por lesión, que probablemente serían menos si los puntos fueran decisivos, más el permiso de paternidad que se ha dado a Jon Ander, dejan a Oltra en la tesitura de dar una convocatoria con seis futbolistas del filial. El valenciano va a cambiar de sistema y apostará por colocar a David Rodríguez y Guillermo como punta de lanza de un 5-3-2.
El Elche pasa de jugar ante el líder a visitar al Racing, al que quiere darle la extremaunción. No por nada, sino porque en ello le van tres puntos clave para seguir peleando por el ascenso a Primera División. Los empates son pasos importantes, pero cortos en esta recta final de la temporada y ante el colista sólo cabe la victoria. Pacheta lo sabe, aunque huye de la presión para liberar a sus jugadores.